La tradición del haba y el premio, imprescindibles para la 'fiesta' que acompaña al roscón, viene de las fiestas saturnales romanas. "En la legión romana si te tocaba el haba en un pan tenías que ir de voluntarios a las misiones más peligrosas o ser el verdugo si había que ajusticiar a alguien", describe Iván J. Álvarez, de la pastelería Roxo y amante de la historia de su oficio. Sin embargo, introducir el haba en el roscón "tiene como mucho 35 años", añade.

El pastelero asegura que las referencias más antiguas que aparecen de la rosca son del siglo XVIII "por un litigio entre el gremio de panaderos y el de pasteleros en Francia para elaborarlo en exclusiva que, finalmente, ganaron los pasteleros", apunta.

Destaca además que el origen del roscón "era un pan al que enriquecían con huevos y algo de miel y se hacían para regalar a los curas". Por último, Álvarez apunta que en Vigo el roscón siempre tuvo mucha presencia: "Incluso había los jueves un Mercado de la rosca en la plaza de la Constitución donde las señoras vendían sus pasteles".