Ni siquiera veinticuatro horas duró la tregua y tras una jornada de sábado relativamente tranquila, un segundo temporal de nivel naranja azotó ayer la comunidad, dejando fuertes y persistentes lluvias, olas de hasta seis metros y ráfagas de viento que superaron los 100 kilómetros pro hora en algunos puntos. Debido a estas condiciones adversas, la Dirección Xeral de Emergencias e Interior de la Vicepresidencia de la Xunta declaró la alerta naranja en todo el litoral gallego por mar de fondo y también en el interior de la provincia de Pontevedra por precipitaciones superiores a los 80 litros por metro cuadrado, mientras que activó el nivel amarillo en el suroeste de A Coruña y el litoral de Pontevedra por lluvia que dejaron más de 40 litros por metro cuadrado. Hoy se mantendrá la alerta naranja por mar de fondo en todo el litoral.

La lluvia fue la constante de ayer, especialmente en la provincia de Pontevedra, con precipitaciones persistentes y fuertes que alcanzaron su punto máximo en Cuntis, donde se registraron hasta 108 litros por metro cuadrado. En la estación de Fornelos de Montes se contabilizó a las ocho de la tarde 98.2 litros por metro cuadrado, mientras que Pontecaldelas superaba los 81 litros por metro cuadrado. Vigo también vivió una jornada pasada por agua, con precipitaciones de hasta 80 litros por metro cuadrado en el campus universitario y de 43 en el puerto.

El viento tampoco fue desdeñable, aunque no alcanzó, en general, las ráfagas de Año Nuevo. Así, la media máxima osciló entre los 80 y 90 kilómetros por hora, aunque en el norte de la comunidad fue más intenso. En Cedeira (A Coruña), por ejemplo, llegó a registrar ráfagas de viento de 120 kilómetros por hora, la máxima en toda Galicia, mientras que en Vimianzo se alcanzaron los 107 kilómetros por hora.

El mal tiempo obligó a suspender el transporte de Ría en Vigo y las tareas de búsqueda del peregrino francés desaparecido desde hace unos días en Fisterra, mientras que varios barcos buscaron abrigo en el fondeadero de las islas Cíes, según Salvamento Marítimo. Se desbordaron algunos ríos, entre ellos el Umia o en Ponteareas el río Tea a su paso por A Freixa y Moreira, y varias carreteras tuvieron que ser cortadas. En Vigo, los bomberos se vieron obligados a cortar un árbol caído en O Castro y rescatar a un conductor que quedó atrapado en una balsa de agua en Coruxo dentro de su vehículo. También tuvieron que sujetar losetas en varias fachadas y rescatar a un gato en un balcón de Príncipe.