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El Gran Hermano vigila tus palabras

Las universidades gallegas trabajan en un proyecto con robots para rastrear opiniones en internet que permitiría a los servicios de inteligencia dar con sospechosos de terrorismo

¿Estamos cada vez más cerca de la distopía o de la utopía? La respuesta debe ofrecerla cada uno mentalmente. De momento, el crimental (crimen mental descrito por el británico George Orwell en su obra 1984) no es posible, pero quizás, con los avances en la inteligencia artificial, no esté tan lejos. Pasos de gigante se están dando para alcanzar una tecnología que, según se use, puede llevarnos al Gran Hermano que adelantó Orwell en su mítico libro. Uno de los últimos avances en este sentido se está realizando en Galicia. Tres grupos de las tres universidades gallegas -con investigadores de Ingeniería Informática, Filología y Traducción- trabajan en un proyecto avalado por empresas de referencia en el ámbito gallego, español e internacional. Este consiste en que, mediante el uso de robots y otros sistemas informáticos, se rastree por internet (especialmente en foros y redes sociales) opiniones sobre un determinado producto, tendencia o personas para analizar las opiniones y los sentimientos de los posts o mensajes escritos.

De esta manera, se puede saber qué se opina realmente de una chocolatina, de un candidato a un puesto político, de una administración o de una persona que pretendemos contratar o que trabaja ya para nosotros. "Otro uso más truculento es el de los servicios de inteligencia. Gente que por sus opiniones o cómo se expresa puede despertar sospechas", explica Manuel Vilares, catedrático de Inteligencia Artificial y responsable-portavoz del proyecto, en alusión a organizaciones que de una manera u otra enaltecen su causa con mensajes claros o más sutiles en la Red.

Millones de oráculos

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"Toda internet es una gran red social, en el momento en el que nos sirve de soporte de publicación", opina Manuel Vilares. Este experto concreta que la iniciativa de las tres universidades tiene su base en la 'minería de opiniones': "El flujo de la información actual es brutal. No tienes un oráculo; tienes miles o millones, dependiendo de la temática. De entre los posibles usos de la información en circulación, la minería de opiniones o análisis de sentimientos ofrece unas posibilidades antes fuera de nuestro alcance: saber que se opina de un tema dado. Esa información se materializa intercambiando mensajes en foros, blogs, Twitter, Facebook, artículos de prensa, entrevistas en televisión...".

A estas alturas, surge la cuestión de cómo se aplica esta tecnología. "Hay que analizar frases que muestran sentimientos teniendo en cuenta la complejidad del lenguaje: las ironías, los matices con los que se dice algo. Además, se requiere un análisis más profundo que se fije qué hashtag o emoticones se usaron para la opinión. Esto requiere un análisis semántico más duro", por lo que analizan el léxico y la sintaxis también desde una perspectiva novedosa y antes inexplorada.

¿Adiós a las encuestas?

¿Puede ser realmente un Gran Hermano? "Dependerá del uso. Con las herramientas con las que trabajamos podemos encontrar los puntos débiles de las administraciones, organizaciones e incluso personas. Los usuarios no siempre son conscientes de lo que reflejan en internet", responde Vilares quien cree que las encuestas tal y como hoy las entendemos tienen los días contados. El acierto o no en los cuestionarios depende del universo elegido, es decir, de la porción y características de población seleccionada para hacerle las preguntas. Con la minería de las opiniones, "no eliges un universo relevante. Aquí, el universo podría ser toda la población. La ventaja es que, con temas que levantan pasiones, tienes millones de opiniones que analizar", detalla el catedrático, profesor en la Universidade de Vigo.

El proyecto de esta universidad junto a la de Santiago y A Coruña basa su trabajo en el capital humano pero también en el desarrollo de sistemas informáticos y de inteligencia artificial en los que el equipo de Vilares lleva trabajando unos 20 años, aunque en esta última iniciativa solo han empleado uno.

Este 'Gran Hermano' de las palabras parte de un robot conectado a foros públicos cuya función es rastrear sistemáticamente la temática observada. En concreto, toma el contenido y lo vuelca. El siguiente paso lo da otro sistema, menos mecánico, y que analiza los mensajes relacionados con la estructura lingüística. Es aquí donde se evalúa el sentido, si hay ironía, si hay contradicciones o matices. La tercera fase le correspondería a un sistema y a una persona experta que realizarían otro análisis que supondría el filtrado final antes de tomar una decisión, algo que siempre debe depender de un humano.

Para efectuar los rastreos y los análisis (de momento en castellano e inglés), así como para configurar los robots y darles comandos que puedan ejecutar correctamente, han trabajado en este proyecto el grupo COLE de la Escola Superior de Enxeñaría Informática de Vigo con la ayuda de Filoloxía e Tradución; el grupo LyS, de la Universidade de A Coruña y el grupo de Gramática del Español de Universidade de Compostela.

El proyecto, además, está avalado por tres empresas. Vilares detalla que se trata de Eptica-Lingway, una compañía con raíces expandidas internacionalmente y que es líder en el sector del tratamiento de la información con base semántica. La segunda organización empresarial implicada es Daedalus Data, radicada en España donde también es líder; y la gallega Imaxin Software, también una referencia en el sector.

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