La lucha contra el cambio climático no solo se decide en cumbres como la del clima que se desarrolla estos días en París, sino también en actividades en apariencia de menor calado, pero que contribuyen a cambiar la mentalidad de la gente. En este segundo escenario es donde se enmarca la "Jornada Medioambiental" organizada por la comunidad de montes en man común de Coruxo y el colectivo Matogueira, que en su primera edición congregó a un centenar de personas procedentes de Vigo y su área de influencia, pero también de otros puntos de Galicia. "El objetivo de esta iniciativa es doble. Por un lado, fomentar el respeto por la naturaleza y por otro, dinamizar la zona", explica Rubén Blanco, uno de los organizadores.

La idea es que esta actividad tenga periodicidad anual. "Creemos que para respetar el medio ambiente, hay que conocerlo", añade.

El invitado estrella de esta primera edición fue Marcos Rodríguez Pantoja, uno de los pocos casos documentados de niños ferales españoles. Rodríguez Pantoja (Añora, Córdoba, 1946) se crió entre palizas hasta que, con seis años, su padre lo vendió a un viejo cabrero de Sierra Morena, con quien convivió tranquilo hasta que este fallece, un año después. Entonces se ve solo en el bosque, hasta que una manada de lobos lo adopta. Con ellos vivirá hasta que en 1965 es descubierto por la Guardia Civil y devuelto a la civilización. El conocido como "niño lobo" o "niño de Sierra Morena", cuya vida fue llevada a la gran pantalla por Gerardo Olivares ("Entre lobos"), reside en Rante (Ourense) desde hace varios años, pero no ha olvidado los doce que vivió entre animales. En Coruxo recordó como fue su primer contacto con los lobos, y como aprendió a hacer fuego y a cazar y a pescar para sobrevivir. También como aprendió los grandes valores de los lobos y como fue víctima de timos y engaños cuando fue reintegrado a la sociedad.

La "I Jornada Medioambiental" compaginó charlas sobre temas tan diversos como literatura y medio ambiente, y desarrollo y turismo sostenibles, con una ruta interpretativa hasta el petroglifo de Pedra Moura en la que su guía explicó la riqueza de este paraje y las leyendas que rodean su petroglifo. "La jornada fue un éxito absoluto y queremos agradecer el comportamiento excepcional de todos los participantes", asegura Blanco, que añade que están trabajando en la próxima edición.