Novoa recogió el testigo de otras mujeres como Carolina Graña. "Es la primera mujer documentada que toca el piano en Vigo en 1857 y lo hizo en el teatro privado de los marqueses de Valladares", ubicado en el Casco Vello, rememora Carmen Losada en su tesis 'Mulleres pianistas en Vigo. Do salón aristocrático á Idade de Prata (1857-1936). Sofía Novoa', dirigida por Carlos Villanueva. A Graña, siguieron otras como Isabel Castaños, Alicia Casanova (profesora en Artes y Oficios) o América Otero Ríos. De todas ellas, habla en su tesis Losada, pianista también y titular de la asignatura de Música en el IES República Oriental do Uruguai en Vigo.

Esta pianista, que tuvo que dedicar gran parte de su vida a dar clases de español en lugar de música para salvar su economía debido al exilio obligado que le impusieron los ajusticionamientos de la posguerra, es el referente musical de la Generación del 27 pero, al igual que la práctica totalidad de las mujeres de esta agrupación poco o nada se sabía de ella. La huella de los varones siempre prevaleció sobre la apuesta femenina. Es el eterno cuento que se repite con Maruja Mallo, María Zambrano y otras féminas que intentaron cambiar un país que les dio la espalda.