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Piden que el alcohol suba a la báscula

Un artículo en el "British Medical Journal" reclama que las bebidas graduadas indiquen sus calorías - Nutricionistas gallegos ven necesaria la equidad con el resto de alimentos

Laura Monsoriu

Se conocen como "calorías vacías" porque engordan, pero no aportan nutrientes al organismo. El falso mito de que las bebidas, por ser líquidas, no contienen apenas kilocalorías contribuye -según expertos- a un consumo más "alegre" y desinformado. La realidad es que cada gramo de alcohol contiene 7 calorías, según precisa la nutricionista gallega Amil López. Y siguiendo esa "báscula" calórica, cuanta más graduación tenga la bebida, mayor va a ser su capacidad de engordar a quien la consuma. Es decir, una cerveza o vino tendrán muchas menos caloría que un licor o bourbon, así como cualquier destilado. ¿Cuántas calorías tiene un gin-tonic o un combinado de whisky con cola? Si se suma el refresco al "espirituoso", en un tamaño de copa balón, la cuenta puede salir en unas 162 calorías.

El tema de la falta de información en el etiquetado de las bebidas alcohólicas sobre su contenido calórico está de actualidad por varios motivos. Un artículo que publicó esta semana la revista científica British Medical Journal no puede ser más explícito: "Las bebidas alcohólicas contribuyen a la obesidad y deberían incluir un cómputo de calorías obligatorias". En el mismo, su autora alude al desconocimiento que tiene la mayoría de la población: "No hay ninguna razón por la que las calorías del alcohol merezcan un tratamiento diferente de las de la comida", plantea la presidenta de la Royal Society for Public Health del Reino Unido, Fiona Sim.

"Lo sabemos, pero queremos no verlo", añade el Graduado en Nutrición gallego y Máster en obesidad José Álvarez Cañada. El experto echa mano de la "Tabla de composición de alimentos (Ed. Pirámide)", para visualizar las kilocalorías que llevan desde la cerveza al vino. Los 330 centilitros que contiene una lata de cerveza representan, por ejemplo, entre 108 y 110 kilocalorías, lo que equivaldría a una ración de espaguetis de 33 gramos (sin salsa). Vinos dulces pueden ascender a unas 160 kilocalorías, según la información de que dispone el experto. "Ya que hemos empezado con los alimentos normales, lo lógico sería que todas las bebidas contengan información del porcentaje total de calorías y una información adicional clara", sostiene álvarez Cañada.

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Aunque los alimentos envasados deben llevar claramente indicado su contenido en calorías, no sucede lo mismo con las bebidas que superan 1,2 grados de alcohol. La normativa europea eximió a las botellas de cerveza, vino o licores de reflejar esta información hasta que la Comisión tome una decisión definitiva, que debería manifestar antes del año 2016.

La nutricionista viguesa Amil López también cree que "habría que informar a la gente; las calorías del alcohol son justo el doble que las de los hidratos de carbono: 7 calorías por gramo de alcohol. Cuanta más graduación, más engorda", explica. Además, Amil López sostiene que este tipo de calorías son "reactivas"; es decir, no son fáciles de metabolizar aunque hagamos ejercicio. Y la experta lo explica así: "Al organismo le cuesta mucho convertirlas en energía y lo más fácil es que se queden acumuladas en lugares de estancamiento como caderas, 'cartucheras' o abdomen". "Además, los refrescos con azúcar activan la insulina y producen más apetito". La nutricionista da un truco: "tomárselo con algo de proteína, para que reduzca el efecto sobre la insulina que tiene el alcohol y engorda menos", asegura.

El Parlamento Europeo ya ha dado el primer paso para cambiar el etiquetado de las bebidas alcohólicas y añadir una advertencia sobre los riesgos del consumo en la conducción y para mujeres embarazadas, como ya se hace en las cajetillas de tabaco. Ayer mismo el pleno del Parlamento votó nuevas enmiendas. Irlanda probablemente no se convierta en el primer país de la UE en exigir esta información. Y al otro lado del Atlántico, en EE UU será obligatorio finales de año.

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