Los comienzos para el artista nunca fueron fáciles, reconoce Silverio Rivas. Sin embargo, la falta de apoyo a los creadores noveles está creando un preocupante vacío en la cultura, advierte.

-En momentos de crisis, ¿qué supone un premio como este?

-Los premios siempre se agradecen, pero en un momento como este, puede que más. La crisis afecta a todos los sectores, pero mucho más a las artes visuales porque la falta de inversión y apoyos está dejando un vacío que pone el peligro no solo nuestro compromiso con nuestro legado, sino también el papel de la cultura en el desarrollo de una sociedad mas libre y abierta. El comienzo del artista siempre ha sido complicado; esto no es exclusivo de esta época, pero si un coleccionista compra su obra y las instituciones también se interesan por su trabajo la cosa es más llevadera. Pero si no hay presupuesto y prefieren esperar, el proyecto del artista se va frenando. Esto es lo que está ocurriendo ahora. Es responsabilidad de todos los actores de la sociedad, incluidos los artistas, defender nuestra cultura. Laxeiro siempre apoyó a los artista jóvenes, acompañándolos en sus exposiciones y comprándoles obra, algo que nos transmitió a quienes lo tratamos. Ahora, como no puedo comprar, mi apoyo es otro, por ejemplo, renunciando a la dotación económica del Premio de la Diputación de Pontevedra para que fuese destinado a una beca para un joven artista.

-Ante un panorama así, ¿merece la pena continuar creando?

-El artista no se jubila nunca. La gente que llega a mi edad tiene ya un circuito organizado y aunque pierdas galerías, siempre hay alguna que te promociona. Sin embargo, un artista que comienza lo tiene muy complicado. Los que ya llevamos tiempo, si se reducen los encargos lo que hacemos para seguir trabajando es reducir de escala los proyectos porque hacer escultura supone también una inversión.

-¿Qué cosas le inspiran?

-Mi comportamiento siempre ha estado próximo a la naturaleza y mi obra ha girado desde mis principios en torno a la abstracción. Por eso tengo que vivir en un espacio abierto, dejar de trabajar para pasear, para ver las formas de las rocas, de las plantas, el movimiento del agua... Siempre me ha interesado el comportamiento de la naturaleza y las figuras de las piedras.

-¿Tiene algún material con el que le guste trabajar más?

-No podría trabajar siempre con el mismo porque sería muy aburrido. Cada material tiene su propio lenguaje y yo intento sacar a cada uno lo que tiene.

-¿Cuáles son sus referencias?

-Desde los comienzos, tienes que conocer la obra de los demás y no tener miedo a la información, ni a las influencias, vengan de donde vengas. Lo que sí es peligroso es acercarse demasiado a los maestros. Hay que mantener siempre una distancia para que no contaminar tu obra.

-¿Cómo era Laxeiro?

-Yo lo conocí en los setenta. Era una persona cercana, generosa, libre y muy franca, interesada por la gente joven. Lo recuerdo dibujando siempre en las tertulias.