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FARO entrevista a la primera mujer en escalar los 14 "ochomil"

Edurne Pasabán: "La confianza en uno mismo es la clave para alcanzar la cima"

"De 22 expediciones, solo he logrado la cumbre en 14. Los intentos fallidos me sirvieron para aprender"

Edurne Pasabán. // G. Felice Rapetti

La primera mujer alpinista que ha conquistado los 14 picos más altos del planeta, Edurne Pasabán (Guipúzcoa, 1973), impartir conferencias y se prepara para ser entrenadora personal. Pasaban es ingeniera técnica industrial y realizó un máster de negocios. A finales de 2012 escribió su libro "Objetivo: Confianza", sobre la superación personal en base a su experiencia en expediciones al Himalaya.

-¿Cuál fue la primera cumbre a la que consiguió llegar?

-El Everest (8.848 metros) en 2001. Técnicamente he de decir que no es una montaña difícil de escalar, pero sí la más alta del mundo, por lo que la falta de oxígeno complica el ascenso. Se me resistió en dos ocasiones, que no hice cumbre, pero a la tercera fue la vencida. Y fíjese qué curioso, cuando llegué a la cumbre me quedé un poco decepcionada porque esperaba llorar de alegría y abrazar a mi equipo, pero no fue así. Me gustó más la sensación de ilusión que experimenté en los últimos kilómetros antes de llegar a la cima que la cumbre en sí. Cuando llegas arriba tienes tanta tensión en el cuerpo y te preocupa tanto la bajada, que no lo disfrutas.

-¿Cuánto tiempo tardó en alcanzar el techo del mundo?

-Aproximadamente dos meses. En una expedición de este tipo se debe ascender por la montaña paulatinamente para que el cuerpo no sufra cambios bruscos y desgaste energías antes de las etapas más duras. Lo que se hace es instalar campamentos base cada 8 o 10 días por encima de los 5.400 metros. De este modo se produce un acondicionamiento físico progresivo.

-Parece que el Everest le supo a poco, porque luego coronó trece picos más...

-Nunca me planteé como objetivo alcanzar los 14 ochomiles, sino que surgió de manera espontánea. Me gustan los retos y creo que siempre hay que buscar nuevas oportunidades. Cuando alcancé el noveno pico me di cuenta que tenía muchas posibilidades de poder llegar a la cumbre de los 14. Y así fue.

-¿Qué ochomil presenta mayor dificultad en el ascenso?

-La montaña K2 (8.611 metros). Es la más complicada porque por encima de los 8.000 metros se ha de escalar en hielo y hay gran riesgo de desprendimiento de rocas. Anterior a mí, seis mujeres habían intentado escalarla y ninguna había sobrevivido para contarlo. Sin embargo, pensé que lo importante era estar muy atenta al camino para no ser la séptima víctima femenina. Aunque lo conseguí, ha sido la experiencia más dura de todas.

-¿Qué es más importante, el camino o la cima?

-Sin duda alguna, el camino. La confianza en uno mismo durante el trayecto es la clave para alcanzar la cima. Sin eso, no hay objetivo. Y, sobre todo, lo que hay que hacer es disfrutar del itinerario, porque solo así se consigue la felicidad.

-¿Su carrera incluye también intentos de cumbre fallidos?

-Claro que sí, de los 22 expediciones solo he alcanzado cumbre en 14 ocasiones. Y esos intentos fallidos me han servido para hacer autocrítica y analizar el motivo por el que no llegué al resultado deseado. Ese aprendizaje es muy valioso.

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