Cerca de 500.000 personas han disfrutado en Youtube de la actuación con la que se alzó vencedora en el concurso de la prestigiosa Young Pianist Foundation a finales de 2013 y todavía siguen llegándole mensajes de felicitación a través de las redes sociales. La joven pianista Rosalía Gómez (Santiago, 1994) combina sus estudios en el Conservatorio de Utrecht con una intensa agenda de actuaciones por toda Europa que se han multiplicado gracias al certamen. El año pasado protagonizó su recital debut en el Concertgebouw de Ámsterdam, una de las 3 mejores salas del mundo por su acústica, y este verano sobrevoló el Atlántico por primera vez para participar en el Festival IKF de Nueva York.

Derrocha la energía propia de su edad y habla con entusiasmo sobre la pasión que ha guiado sus pasos desde que a los 5 años comenzó en el Conservatorio de Compostela con Alexander Gold y María José Cerviño: "Siempre lo tuve claro. Todas mis decisiones han sido por y para la música".

Así que al terminar sus estudios con un premio extraordinario no dudó en poner rumbo a Holanda para formarse junto al maestro Alan Weiss, quien la sitúa entre los mejores talentos jóvenes a los que ha dado clase en más de 20 años. "Soy tan feliz. He tenido mucha suerte y oportunidades de tocar que antes de llegar aquí no me creería", agradece a su país de acogida.

Todavía conserva el primer piano que le compraron sus padres cuando solo era una cría y a falta de antecedentes musicales en la familia: "Les agradezco muchísimo que siempre me hayan ayudado. Ya no lo utilizo, pero lo tengo colocado al lado del piano de cola en un estudio insonorizado que montamos cerca de casa porque tenía que tocar después de acabar los deberes del instituto. Es mi pequeño reducto, donde yo me recreo".

Rosalía ha contagiado su gusto por la música clásica a sus padres y a su hermana -"Mi madre se ha convertido en una fan absoluta, ha seguido una evolución paralela a la mía"- y mañana disfrutarán de su concierto en el Teatro Colón de A Coruña, donde interpretará un repertorio de Mozart junto a la Orquesta Gaos.

El compositor austriaco es uno de sus favoritos, de ahí que uno de sus conciertos más especiales haya sido el "Jeunehomme" bajo la batuta de Philippe Herreweghe. "Es uno de los directores europeos más importantes y tiene una visión historicista de la música que yo comparto. También toco el clavicémbalo, el predecesor del piano, y me encanta entender todo lo que rodea a una obra. Somos científicos de la música y profundizamos en el trasfondo de las partituras", explica.

Rosalía defiende que "la música clásica no tiene nada de anacrónico". "Soy una chica de 20 años que se dedica a esto porque me fascina y es un placer ver a gente de mi generación disfrutando en los conciertos", destaca.

Por eso lamenta que solo "un 20%" del público sea joven: "Siempre veo muchos cabellos blancos. Estos días he hablado con un manager sobre la posibilidad de organizar conciertos en recintos menos habituales para acercar la música a la gente y atraer a los de menor edad".

El proyecto también contempla que los intérpretes se sitúen a la altura del espectador: "Hay músicos a los que les molesta tocar cerca de la primera fila, pero yo creo que lo más bonito del mundo es sentir el silencio del público en un momento mágico o tenebroso de la obra o su sensación de felicidad. Todo esto te llega, también cuando no eres capaz de crear esa atmósfera".

Y es que Rosalía, cuya agenda está repleta hasta final de año y ya incluye citas para 2015, disfruta actuando como "una altruista de la música clásica". Y si no es posible vivirla en directo, aboga por las redes sociales: "Son maravillosas pero es importante que la gente también la escuche en formatos de alta calidad y no solo a través de aparatos electrónicos".

La joven compostelana cursa el cuarto y último año en Utrecht y su idea es continuar su formación con un máster en otro país. "Una de las grandes razones por las que me vine a Holanda es que los estudios son equivalentes a un grado universitario. En España tenemos un plan de estudios muy bueno en grado medio pero si quieres continuar o tienes que irte o te quedas y acabas frustrado porque no hay un nivel más alto de promoción. Y en épocas de crisis lo primero que se recorta es la cultura", reprocha.

Lo paradójico, apunta Rosalía, es que talento musical tenemos de sobra: "A mi escuela vienen músicos de Berlín, Londres y de otras ciudades y todos me dicen que hay muy buenos músicos españoles. Es algo que me honra. Y hay muchísimos gallegos en el mundo del viento que triunfan de forma estelar por el mundo. No me he encontrado un país con más materia prima, pero no hay oportunidades y la gente se tiene que marchar. Yo volveré en algún momento para devolver lo que he vivido pero por ahora seguiré yendo donde el viento me lleve".