José Ribas sigue la trayectoria de su padre como arquitecto de grandes proyectos internacionales. El más importante, en este momento, es el nuevo estadio Bernabéu.

-¿Se mueve otra vez el ladrillo y los proyectos?

-Creo que Europa y España están paradas, aunque parece que algo se mueve. En los países emergentes como la zona de Oriente Medio, Arabia Saudí o Dubái se construye más. Justamente ahora hemos presentado un proyecto en Dubái de un estadio con hotel en forma de dunas con centro comercial. En Europa hay proyectos muy particulares de tipo universitario, cultural o deportivo pero lo básico que mueve un país como la vivienda, los hoteles, está quieto. Van pasando cosas, aunque la mayoría son cambios de proyectos viejos que se renuevan.

-Según Europa tenemos edificación de viviendas para 20 años.

-En España se ha construido mucho y a veces mal. Ha habido mucha gente que ha sufrido económicamente y tardaremos tiempo en resurgir.

-¿Se resurgirá con grandes obras?

-Las grandes obras están tapando la situación actual. Que haya un proyecto muy grande no quiere decir que la arquitectura funcione, lo suyo sería que hubiese cincuenta proyectos medianos.

-¿Cómo han podido ganar el disputado proyecto de la remodelación del Santiago Bernabéu?

-El proyecto del Bernabéu fue un concurso al que se presentaron cuatro equipos de arquitectura importantes. Nuestro equipo estaba formado por el grupo alemán GMP, reconocido internacionalmente en la formación de estadios, L35 y Ribas&Ribas. Después de dos años de dura batalla acabamos ganando, lo que nos ha dado mucha satisfacción.

-¿Cómo lo definiría?

-El estadio del siglo XXI y parte del siglo XXII.

-¿Dejará de ser un estadio para pasar a ser un centro de ocio?

-La parte principal es el estadio de fútbol, pero como hoy en día el fútbol mueve tantas cosas y como Madrid es una de las capitales más importantes del mundo habrá otros complementos como cine, centro comercial, hotel y usos de gastronomía que harán que el Bernabéu tenga movimiento todo el año y se adapte a las necesidades del siglo XXI.

-¿Cambiará mucho la fisonomía del estadio actual?

-Evidentemente cambiará la fisonomía del estadio porque parte del proyecto es cambiar la fachada, y la posibilidad de cubrir el edificio. Estará integrado en el paseo de la Castellana, la calle Padre Damián y las demás calles circundantes pero será del próximo siglo.

-¿Qué han aportado de diferenciación a este proyecto?

-Conocimiento, tecnología, muchas ganas e ilusión. Es muy difícil ganar, porque se puede perder por muchas pequeñas cosas y hemos tenido la suerte de conseguirlo.

-¿Era el mejor proyecto?

-Para nosotros sí, pero seguramente para los otros arquitectos que se presentaban era el suyo. Los otros también eran buenos porque se presentaban algunos de los mejores estudios del mundo.

-¿Es un proyecto importante para su estudio y el grupo en el aspecto económico?

-Es muy importante a nivel mediático, de reto y de dificultad, no tanto a nivel económico pero estamos todos muy ilusionados. El grupo de trabajo fue una asociación de varios estudios de arquitectura que ya habíamos colaborado juntos y nos unimos para hacer un equipo más fuerte y competitivo.

-Desarrollan también junto a Jean Nouvel el macroproyecto de la discoteca Amnesia en el Port Fórum de Barcelona.

-Es un proyecto que nos encargaron hace tres años a Jean Nouvel y a mí. Después de años de trámites hoy tenemos las licencias correspondientes. El calendario de la obra no lo sabemos pero en principio hay intención de empezar en noviembre o diciembre. Es una caja de 8.000 metros cuadrados que marca una diferencia con las discotecas del siglo XX, debido a las tecnologías en temas de acústicas, lumínicas y de espacio que aparecen en este proyecto. Tiene capacidad para unas 7.000 personas y estará en la mejor zona de ocio de Barcelona, la menos construida y al lado del mar. Será un proyecto precioso.

-¿La obra pública pasó a la historia?

-Está casi en el congelador. En España y Europa no se está haciendo casi nada. En Francia ha habido un parón muy grande porque los recortes se han aplicado más tarde que en España.

-Parece que se ha desatado una pelea por las grandes obras entre los mejores arquitectos y estudios.

-Hay muchos concursos restringidos, a los que desgraciadamente hay pocos arquitectos que optan. Pero también hay muchos concursos abiertos, la arquitectura se ha convertido en un sistema muy democrático en el que cualquier arquitecto con talento y con ganas de trabajar tiene su primera oportunidad, segunda o tercera en la vida.