La nanomedicina, una rama de la nanotecnología que permite detectar y curar enfermedades a nivel celular o molecular, es una de las vertientes más prometedoras entre los nuevos avances tecnológicos en la medicina. Investigadores gallegos, colaborando con portugueses, se encuentran inmersos en el desarrollo de cinco líneas de investigación centradas en el diagnóstico oncológico, neurológico y nuevas terapias contra el cáncer dentro del proyecto InveNNta.

El proyecto está coordinado por el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) y el Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL), ubicado en Braga, y cuenta con un presupuesto de casi 3 millones de euros, cofinanciados por fondos FEDER de la Unión Europea. Más de 30 investigadores participan en estas investigaciones de clara aplicabilidad clínica que arrancaron en septiembre del 2013 y prevé obtener importantes resultados en un plazo máximo de 2 años.

"La nanomedicina actúa allí donde los fármacos convencionales han tocado techo y vislumbra la posibilidad de curar enfermedades desde dentro del propio cuerpo y al nivel celular y molecular", explica José Rivas, catedrático de Física de la USC y director del INL. Los grupos del IDIS que participan son los dirigidos por el neurólogo José Castillo, el oncólogo Rafael López y el fisiólogo Fernando Domínguez.

Entre los trabajos que realizan estos investigadores destaca el diagnóstico oncológico en base al desarrollo de prototipos de biosensores electrónicos. "Se trata de desarrollar unos biosensores que detecten las células tumorales en la sangre y las cuantifiquen; para ello, desarrollamos unas pequeñas partículas magnéticas que se adhieren a las células tumorales, lo que nos permite saber el número de células malignas que hay y, de este modo, tomar decisiones y personalizar el tratamiento de los pacientes", describe el director.

El combate de la enfermedad a escala molecular permite así detectar precozmente la enfermedad, en los inicios de la misma, precisamente cuando va a ser más fácil erradicarla, identificar y atacar de forma más específica a las células cancerígenas. "Este sistema de detección -que se aplicaría sacando una muestra de sangre del paciente- está siendo desarrollado bajo la dirección de Paulo Freitas y ya está bastante avanzado y ahora está en el momento de aumentar la sensibilidad del sensor para cuantificar el número de células", apunta Rivas, al tiempo que adelanta que su aplicación práctica sería "bastante económicamente asequible".

Pero si las terapias están experimentando cambios drásticos, el diagnóstico no se queda atrás. Esta misma filosofía de utilizar partículas magnéticas sirve a los investigadores gallegos para el seguimiento celular en enfermedades neurológicas y para mejorar la visualización de la imagen magnética. "En medicina es esencial tener buena calidad de imagen para hacer buenos diagnósticos; en ocasiones los materiales que se utilizan en la Imagen de Resonancia Magnética no ofrecen la suficiente calidad y contraste para garantizar lo que se está observando. Nosotros trabajamos a través de nanopartículas para conseguir aumentar el contraste y seguir mejor la dinámica celular", concluye el físico.