Una investigación pionera en Europa que empieza a dar sus frutos. Tres años después de su puesta en marcha y a unos meses de su finalización, el proyecto Cefaparques acapara la atención de revistas científicas internacionales por sus valiosas aportaciones sobre el ciclo vital del pulpo común (Octopus vulgaris) en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas.

Biólogos del CSIC han obtenido imágenes inéditas de la reproducción de pulpos, chocos y calamares, han localizado sus zonas de puesta y han hecho un seguimiento del desarrollo embrionario de las tres especies. En el caso del pulpo han conseguido espectaculares imágenes de ejemplares copulando, excavando guaridas e incluso en actos de canibalismo, las primeras captadas en un medio natural.

En la ensenada de Rodas, en las islas Cíes, los investigadores del Grupo Ecobiomar del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo (IIM) han identificado 1.170 guaridas de pulpo, algunas de ellas utilizadas sucesivamente por varias generaciones de la especie.

Los responsables del proyecto elaboran ahora un plan de protección y conservación de las áreas de puesta y alevinaje de estos cefalópodos, así como un censo de los mismos, de gran importancia a la hora de fijar las vedas. "En los próximos meses remitiremos a las autoridades competentes una propuesta de plan de contingencia para la protección de áreas en dicho parque y presentaremos un documental sobre el proyecto, en el que ya estamos trabajando", explica Ángel Guerra Sierra, profesor de investigación del CSIC en el IIM y coordinador del proyecto Cefaparques.

La investigación se ha desarrollado en torno al archipiélago de las islas Cíes, donde se han muestreado, con buceo autónomo y técnicas no agresivas, unas 120 hectáreas de sus fondos marinos. "A través de 100 censos visuales, registrados en vídeo, hemos comprobado que las zonas de Punta Cabalo y las proximidades de la isla del Faro parecen reunir las condiciones idóneas, tales como el sustrato del fondo y la temperatura del agua, para el desarrollo de la última fase de la reproducción del pulpo. En cuanto a la sepia, sus áreas de preferencia para la puesta se sitúan en la cara interna de las Cíes y, sobre todo, alrededor del islote de Viños", indica Manuel E. Garci, biólogo del Grupo Ecobiomar y experto buceador.

Además de tres investigadores y otros tantos técnicos del Instituto de Investigaciones Marinas, en el proyecto participan profesores del Grupo de Ictiología del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea), también del CSIC, que realizarán un estudio similar en el archipiélago de Cabrera.

La ensenada de Rodas

El equipo de investigadores ha barrido los fondos blandos de la ensenada de Rodas, en las Cíes, donde se identificaron 1.170 guaridas de pulpo ocupadas, sobre todo, por ejemplares juveniles. "Hemos constatado, por medio de censos visuales con escafandra autónoma, que los fondos de Rodas presentan una elevada concentración de guaridas verticales con paredes de conchas de bivalvos excavadas por los pulpos en la arena", explica Manuel E. Garci.

Se constató además, por primera vez, que algunas de esas construcciones son utilizadas sucesivamente por varias generaciones de la especie, es decir, son guaridas estables.

La ensenada de Rodas parece ser un hábitat preferencial para el pulpo común de tamaños comprendidos entre los 200 y los 2.000 gramos. No se hallaron diferencias significativas entre el diámetro de los refugios y el tamaño de los pulpos. "Esta zona constituye un hábitat muy apropiado para el desarrollo de la vida del pulpo pues, además de un tipo de sustrato adecuado, al estar influida por el afloramiento estacional, se trata de un ámbito marino altamente productivo y con abundancia de presas", explica Ángel Guerra.

El mayor número de madrigueras (76,5%) se encontró entre 5 y 10 metros de profundidad. Además, se halló una asociación positiva entre el tamaño de los pulpos y la profundidad: los pulpos más pequeños se localizaban en agua más somera (5-10 m. de profundidad). No se encontraron diferencias significativas entre las muestras tomadas durante la temporada de veda y la de pesca.

Después de tres años de trabajo, Manuel E. Garci y Jorge H. Urcera preparan el montaje de un documental que servirá para divulgar la riqueza marina del parque de las Islas Atlánticas. Su intención es que las imágenes que han captado contribuyan a la conservación de unas especies clave para el sector pesquero. El documental cuenta con la colaboración con el Concello de Vigo, del Parque Nacional y de expertos en comunicación audiovisual.

Imágenes únicas

Garci y Urcera han conseguido imágenes únicas captadas en un medio natural. Entre ellas destacan las de una pareja de pulpos copulando en las proximidades de la isla de Monteagudo, las guaridas excavadas por los propios cefalópodos en la ensenada de Rodas, y la primera prueba visual de canibalismo de un pulpo.

Los casos de canibalismo los registraron en tres ocasiones: el 11 de diciembre de 2012, el 13 de julio de 2013 y el 26 de noviembre de 2013. En palabras de Jorge H. Urcera, el análisis de las imágenes "permite obtener las siguientes conclusiones: el canibalismo se da entre pulpos de diferente edad y tanto en machos como en hembras, además los ejemplares atacantes siguieron un patrón de comportamiento común después de realizar sus capturas".

En uno de los casos, después de la grabación "decidimos forzar al pulpo a que liberarse al ejemplar pequeño y pudimos comprobar que el alevín seguía vivo, por lo que, seguramente, había sido capturado pocos minutos antes", explica Urcera.

Algunas de las imágenes captadas por los investigadores del CSIC han sido recogidas por revistas científicas internacionales, y una de ellas, que incluimos en estas páginas, recibió el segundo premio, en la categoría macro, del Concurso de Fotografía Científica InvestigArte 2013-2014, organizado por la Fundación Barrié y la Universidad de Santiago de Compostela.

En la fotografía, titulada "Un racimo de vida", realizada por Jorge H. Urcera, se pueden observar varios huevos de pulpo próximos a la eclosión y en los que ya se distinguen los embriones con los cromatóforos perfectamente funcionales.

Por otra parte, los investigadores del grupo Ecobiomar que trabajan en el proyecto están a punto de publicar un artículo sobre la protección de las zonas de puesta de los pulpos, en el que incluyen alternativas para su gestión sostenible. Asimismo, publicarán otro artículo sobre el comportamiento de los ejemplares que habitan las guaridas de Rodas.

El proyecto Cefaparques finalizará en noviembre y el grupo investigador prevé enviar en unos meses a las autoridades competentes una propuesta para la protección de la puesta y alevinaje del pulpo, choco y calamar en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas.

Investigadores del CSIC identifican más de mil guaridas de este cefalópodo en la ensenada de Rodas, en las islas Cíes, y captan imágenes inéditas de su ciclo vital.

Impacto en revistas científicas

  • Los científicos que participan en el proyecto Cefaparques comenzaron hace unos meses a presentar los resultados de esta investigación en revistas científicas de impacto. En la revista Journal of Comparativa Psychology se describe, por primera vez en la naturaleza, el comportamiento caníbal del pulpo. "En estos momentos hemos terminando dos artículos más. Uno, sobre la protección de las zonas de preferencia para la puesta de pulpo en el archipiélago de las islas Cíes, presentado en Fisheries Management and Ecology, en el que se proponen nuevas alternativas para una gestión más sostenible del pulpo; y otro, ya aceptado para su publicación, en la revista Scientia Marina. Este último trata sobre los aspectos ecológicos y de comportamiento de los pulpos que habitan las guaridas de los fondos arenosos de la zona de Rodas en las islas Cíes", adelanta Ángel Guerra.