Nikolic despide el curso de la Vigo 430

El concertino de la Sinfónica de Londres combina sus facetas de solista y director en la clausura de la temporada de la sinfónica viguesa, en la que también actúa la violonchelista Celine Flamen

El violinista Gordan Nikolic y la violonchelista Celine Flamen posan, ayer, en Vigo. // Jorge Santomé

El violinista Gordan Nikolic y la violonchelista Celine Flamen posan, ayer, en Vigo. // Jorge Santomé

A. BLASCO | VIGO

Concertino de la Sinfónica de Londres y director artístico de la Orquesta de Cámara de Holanda, de la de Serbia y de la San Jorge de Belgrado, el violinista serbio Gordan Nikolic. Con la Orquesta Sinfónica Vigo 430 confiesa tener una "profunda conexión" en cuanto a "la filosofía y a la forma de hacer música". Por ello, hoy (20.30 horas) vuelve a subirse al escenario con la agrupación viguesa -por segunda vez en dos años- en el concierto de clausura de la presente temporada. Desempeñará la labor de solista, acompañado por la violonchelista Celine Flamen, con piezas de Rossini, Brahms y Schumann. Como colofón, dirigirá a la Vigo 430 en esta última, sin dejar de tocar su Lorenzo Storioni.

Para su despedida hasta la próxima temporada, la orquesta contará con el auditorio del Centro Cultural Novacaixagalicia. Su director, Alejandro Garrido, escogió la "Obertura de la italiana", de Giochino Rossini, como "aperitivo" para empezar la noche. Una comparación que a Nikolic le resulta muy acertada, debido a la afición gastronómica del compositor. Relata como, abandonada la música cuando ya le había hecho rico, Rossini se dedicó a la cocina y fue el artífice. entre otras cosas, del "tournedó".

De la comida al amor. La gala continuará con el "Doble Concierto para violín, cello y orquesta", de Johannes Brahms. La pieza nació destinada solo al cello, pero el compositor introdujo el segundo solista al conocer la noticia del divorcio del genial violinista Joseph Joachim y en busca de la reconciliación de la pareja. Para Gordan Nikolic y Celine Flamen -casados y con dos hijos- , es un "regalo explosivo". "Es una obra llena de pasión y de tensión, sobre las vivencias de pareja, y es fácil verte reflejado", explica Flamen, multifacética música, a la que le gusta mezclar la clásica con la electrónica y se interesa también por el tango y los sonidos árabes y africanos, colaborando con artistas como Sigur Ros o Emilie Simon.

En la segunda parte, Alejandro Garrido, dará descanso a su batuta y será Nikolic el que se encargue de llevar a la orquesta sin soltar su violín, la "Sinfonía nº. 2" de Robert Schumann. "No dirijo de una forma clásica. Durante el trabajo previo, compartimos en grupo qué significa la obra para todo el mundo. En la actuación, todos los músicos dirigen la obra y la interpretación depende de la motivación de todos", describe y subraya que resulta una forma de hacer música "más libre" y "poética". Es la filosofía que también fomenta en la Orquesta de Cámara de Holanda. "La Vigo 430 es como una familia, en el sentido de que las cosas salen por coraje. Cada uno expone emocionalmente al resto lo que significa la música para él, con el corazón abierto. Todo se basa en una inmensa confianza, sin soluciones preconcebidas", aplaude, tras trabajar con la orquesta viguesa durante el fin de semana.

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