Ruth Ramos nació en Vigo hace 33 años y, desde muy pequeña, ha tenido las ideas claras. "Siempre me he ido poniendo metas y he conseguido alcanzarlas", asegura. La viguesa acaba de ser elegida para incorporarse a la junta directiva de Down España, convirtiéndose en la primera persona con trisomía 21 que forma parte del equipo directivo, hasta ahora formado únicamente por los padres de las personas afectadas. Ruth, que trabaja como expendedora de una gasolinera Repsol en Bouzas, reclama el derecho de las personas con síndrome de Down a trabajar y tener una vida independiente.

-¿Qué supone para usted ser la primera persona con síndrome de Down que forma parte de la directiva de Down España?

-Es una responsabilidad muy grande, porque represento a todas las personas con síndrome de Down de España y tengo que hacer llegar a la junta nuestras necesidades, nuestras dudas, problemas... Me hace mucha ilusión y, de momento, creo que puedo hacerlo bien. La próxima reunión la tenemos en junio y no me importa nada tener que ir a Madrid. Me siento muy orgullosa de poder representar a todas las personas con síndrome de Down de España, a las que conozco y a las que podré conocer a partir de ahora.

-Entre esas necesidades que asegura que tienen las personas con trisomía 21, ¿cuáles son las más urgentes de resolver?

-Yo creo que lo más importante es conseguir que tengamos trabajo y podamos ser independientes. Las empresas tienen que perder el miedo a contratarnos, abrirse más a nosotros y darse cuenta de que podemos hacer muchas cosas bien y que, además, somos buenos compañeros. Pero también las propias personas con síndrome de Down tienen que perder el miedo a trabajar, porque conozco a muchos que no se atreven y me da mucha pena. Tenemos que luchar por lo que queremos, sin ningún miedo.

-¿Cómo ha sido su experiencia en el mundo laboral?

-Llevo doce años trabajando. En estos momentos estoy como expendedora en la gasolinera de Repsol de Bouzas y me va muy bien, pero se me termina el miércoles y me dicen que no voy a poder continuar. Antes de aquí he trabajado en otras empresas como reponedora en Alcampo, Aldeas Infantiles, Decathlon, Supermercados Moldes, Autoridad Portuaria, donde fui conserje administrativa, y en el Banco BBVA, donde hice prácticas como administrativa. En todos ellos me han tratado bien, tanto los compañeros como los clientes. Espero encontrar pronto un nuevo trabajo porque a mí me gusta mucho trabajar.

-¿Trabajar le permite ser independiente?

-Bueno, todavía vivo con mis padres porque soy hija única, pero me gustaría ser independiente y vivir en una casa con un grupo de compañeros. Ahora el dinero que gano es para mis caprichos pero colaboro en casa en todo lo que puedo. Por ejemplo cuando voy a Madrid me llevan mis padres en coche porque yo no conduzco; tampoco mi madre lo hace, pero no creo que eso sea un impedimento para nada.

-¿Y qué opinan sus padres de sus intenciones?

-Mis padres están muy orgullosos y siempre me han dejado tomar mis propias decisiones. Ahora también me animan en este objetivo de vivir por mi cuenta. No se cocinar, la verdad, pero seguro que podría apañármelas. Yo creo que los padres tienen que escuchar siempre a las personas con síndrome de Down y dejarles tomar sus decisiones para que cada uno logre alcanzar sus metas. Me cabrea mucho cuando veo a chicos que sus padres son tan protectores que no les dejan hacer nada ni salir solos... Eso no es bueno para ellos.

-¿Cuál ha sido su formación académica?

-Estudié en el Colegio Losada y en el San Miguel y después he realizado estudios de auxiliar de enfermería y ayudante de oficina, informática y mecanografía. La verdad es que el ordenador se me da muy bien.

-Y en su tiempo libre, ¿qué le gusta hacer?

-Las cosas normales de una persona de mi edad; pasear con mis amigos, escuchar música y el deporte, más verlo que practicarlo, la verdad (ríe). Me encanta el Celta y el Real Madrid. A ver si ahora que voy a ir más a Madrid puedo ir a algún partido allí y conocer a los jugadores.