Investigadores médicos israelíes aseguran que el origen de la atracción sexual responde a una impronta genética presente en los dos miembros de la pareja. Llegaron a esa conclusión tras un estudio en el Laboratorio de Análisis Genético del Hospital Beilinson, en la localidad de Petaj Tikva (próxima a Tel Aviv) y recientemente publicado por la prestigiosa "American Journal of Reproductive Immunology".La estadística demostró que las parejas que en algún momento sintieron atracción física compartían genes en común. El procedimiento consistió en analizar el sistema de marcador del HLA (Antígenos Leucocitarios Humanos, por sus siglas en inglés), uno de los más importantes del sistema inmunológico genético en los humanos y que se encarga de reconocer antígenos extraños tales como parásitos, virus o cáncer que atacan al organismo. "Descubrimos que entre las parejas analizadas y sin importar su origen étnico, el padre y la madre del niño comparten algunos genes en su sistema genético del HLA", apuntó.