Es uno de los edificios emblemáticos de la cultura gallega desde hace un siglo. Impulsado por el mecenas José García Barbón y construido por el arquitecto Antonio Palacios, el Teatro García Barbón de Vigo se convirtió hace treinta años en uno de los mejores centros culturales de España, hasta el punto de que Montserrat Caballé comparó su acústica con la del Carnegie Hall de Nueva York.

Tras su remodelación, el actual Centro Cultural Fundación Novacaixagalicia fue inaugurado el 22 de marzo de 1984 y combina la belleza del edifico con la funcionalidad de sus instalaciones. Con la rehabilitación realizada por el arquitecto vigués Desiderio Pernas, las instalaciones incluyen un teatro-sala de conciertos, un auditorio y una sala de conferencias, así como una sala de exposiciones y una biblioteca. En lo alto de la fachada se añadieron dos figuras a caballo realizadas por Juan Oliveira Vieitez, y varias esculturas de piedra -alegorías a la pintura, teatro, escultura, literatura, cine y música- obra de Manuel García de Bueños.

La historia del antiguo Teatro García Barbón está ligada a la propia historia de la ciudad viguesa. Fue edificado en el lugar que ocupaba el Teatro Rosalía de Castro, que había sido recuperado para la actividad cultural por el filántropo José García Barbón, pues la familia de Simeón García quería convertir el inmueble en un centro de negocios comerciales, lo que suscitó un encendido debate en la sociedad viguesa de la época. García Barbón adquirió el edificio para garantizar su uso como teatro. Sin embargo, el "Rosalía de Castro" quedó destruido en un incendio ocurrido el 8 de febrero de 1910 durante un baile de Carnaval.

Las sobrinas de García Barbón, fallecido un año antes, decidieron mantener el proyecto impulsado por su tío y encargaron el proyecto de un nuevo teatro al arquitecto Antonio Palacios. La licencia de cimentación del nuevo edificio se solicitó el 11 de abril de 1911 y los trabajos, dirigidos por Jenaro de la Fuente, comenzaron dos años más tarde. Los planos del proyecto de Antonio Palacios se expusieron en el Salón de Faro de Vigo la última semana de mayo de 1914 y despertaron una gran expectación entre los vigueses.

El diseño de Antonio Palacios era un edificio monumental que integraba diversas funciones, por lo que las obras se realizaron con gran lentitud y se prolongaron hasta finales de 1926. El grandioso inmueble constaba de teatro, cinematógrafo y dependencias para el casino. En la parte inferior del edificio, aprovechando el desnivel del solar, Palacios dispuso una gran sala que actuaría como cinematógrafo y local polivalente, pues se podían retirar las butacas para convertirlo en un gran salón de baile.

A la zona principal del teatro se accedía por un ampuloso vestíbulo y una escalera de honor que unía las distintas dependencias del edificio, iluminados ambos por una gran vidriera diseñada por el propio arquitecto. En su origen, el teatro tenía 386 butacas y un amplio escenario.

El Casino de Vigo, que abrió sus puertas en el nuevo edificio el 7 de noviembre de 1926, ocupaba el vestíbulo y dos pequeños salones en la entreplanta. El proyecto inicial incluía también en la última planta una gran sala destinada a restaurante del casino, con dos terrazas laterales con vistas a la ría, pero las obras no llegaron a realizarse. La sala de cine se inauguró el 30 de diciembre de 1926 con la proyección de la película "Mare Nostrum". El teatro abrió por primera vez sus puertas el 23 de abril de 1927 con la representación de "Madame Pompadour".

En 1982 la Caja de Ahorros Municipal de Vigo adquirió el inmueble para convertirlo en su Centro Cultural. Tras las obras de rehabilitación llevadas a cabo por Desiderio Pernas, el edificio fue inaugurado con toda solemnidad el 22 de marzo de 1984 con la representación de "Luces de Bohemia" por parte del Centro Dramático Nacional.

Nuevas instalaciones

Desiderio Pernas respetó en todo momento el proyecto inicial de Antonio Palacios, ajustando el espacio para nuevos usos. Así, el Teatro-Sala de conciertos, que sigue el modelo de los teatros italianos de ópera del siglo XIX, tiene un aforo de 1.000 personas, distribuido en un patio de butacas, con foso de orquesta y tres anfiteatros. Por otra parte, el auditorio está situado en la parte posterior del edificio, con entrada independiente, y tiene un aforo de 461 butacas.

La Sala de Conferencias cuenta con los medios tecnológicos más avanzados y tiene una capacidad de 145 plazas. En la planta alta del edificio se sitúa una biblioteca de 300 plazas, con una gran cristalera que domina parte de la ciudad y la ría de Vigo. La sala de exposiciones cuenta con salas cóncavas y grandes pilares de granito que dejan al descubierto la estructura original del edificio. Completan las instalaciones tres salas de seminarios situadas en la planta cuarta, con aforos que oscilan entre las 20 y las 30 plazas, y un salón de recepciones con 190 m2 y una capacidad para 400 personas de pie.

García Barbón, el mecenas

  • El empresario y mecenas José García Barbón (Verín,1831-Vigo, 1909) fue el impulsor del edificio que durante décadas llevó su nombre, tras recuperar para el teatro el edificio Rosalía de Castro en la primera década del siglo XX. Tras el incendió que destruyó el edificio en 1910, las sobrinas de García Barbón decidieron continuar con el proyecto de su tío y encargaron a Antonio Palacios la construcción de un nuevo teatro. Las obras se iniciaron en 1913 y el teatro fue inaugurado el 23 de abril del 1927.

Antonio Palacios, el arquitecto

  • El arquitecto Antonio Palacios (O Porriño,1876-Madrid, 1945) fue el encargado de diseñar el edificio. De estilo neobarroco con influencias modernistas, el Teatro García Barbón se convirtió en todo un símbolo de la cultura en la ciudad olívica. La licencia de cimentación se solicita el 11 de abril de 1911 y los trabajos, que se iniciaron en 1913, fueron dirigidos por Jenaro de la Fuente. Los planos se expusieron en el Salón de Faro de Vigo en mayo de 1914, con un gran éxito de público. Las obras se prolongaron hasta finales de 1926.

Desiderio Pernas, el remodelador

  • La remodelación del Teatro García Barbón, tras ser adquirido por la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, corrió a cargo del arquitecto Desiderio Pernas (Vigo, 1930-1996), que procuró en todo momento mantener viva la idea original de Antonio Palacios y adaptar las instalaciones a los nuevos usos. El nuevo Centro Cultural de la Caja fue inaugurado el 22 de marzo de 1984. Desiderio Pernas recibió en 1988 el premio Dragados y Construcciones por la rehabilitación del edificio.