"Hombres y mujeres somos diferentes desde pequeños, pero eso no quiere decir que tengamos que generar dificultades". Con esta idea inició su conferencia en el Club FARO la psicóloga Patricia Ramírez, conocida por su actividad divulgativa en "El País Semanal", Cope y TVE, y por haber formado parte del cuerpo técnico del Real Betis, con Pepe Mel de entrenador, y del Mallorca, con Gregorio Manzano. Precisamente el fútbol estuvo presente en algunos de los ejemplos con los que ilustró su exposición, que fue dinámica y divertida. También el deporte rey aparece en el título de su último libro: "¿Por qué ellos sueñan con ser futbolistas y ellas princesas?". En él aporta claves para entender a la pareja, que se podrían resumir en dos: la comunicación, el pilar fundamental, y el respeto. "Nos cuesta convivir porque no somos tolerantes con la diferencias del otro", adelantó.

Siguiendo con el título de su libro -que es "simbólico", subrayó-, Patricia Ramírez señaló que el primer error ha sido que el cuento de las princesas y los príncipes solo se lo contaron al 50 por ciento de la población: a las mujeres. Y el segundo, que los hermanos Grimm solo escribieron de la "zona de confort", el "fueron felices y comieron perdices". "No mencionaron la hipoteca, ni los recibos, los hijos, los suegros, el reparto de tareas domésticas...", recordó. "Convivir implica negociar".

Explicó que, aunque queremos lo mismo en la vida y tenemos los mismos derechos y obligaciones, hombres y mujeres somos diferentes. "Un estudio científico concluyó que el hipocampo es mayor en la mujer. Es la zona del cerebro en la que se guardan los agravios. A veces ellos dicen: '¡Cómo recuerdas eso que te solté hace un año, a mí se me olvidó!' No es que seamos más rencorosas, es que tenemos el hipocampo mayor".

Al comenzar sus consejos para acabar con la "guerra de sexos", la psicóloga contradijo al refranero: "Quien bien te quiere no te hará llorar. Las parejas son para disfrutarse. Los momentos difíciles tienen que sumar. No podemos proyectar nuestra rabia con la persona que nos da cariño".

Insistió en la importancia del humor, "un ingrediente más potente que el atractivo físico a la hora de buscar pareja", y destacó que "las parejas que ríen juntas se aman mejor".

Subrayó la importancia de tener claro lo que esperamos de la relación, ya que al principio, en el enamoramiento, "las hormonas nos juegan una mala pasada". "Los hombres no son complicados, lo son las interpretaciones que hacemos de ellos", afirmó. "Mientras la mujer piense que es su físico, y no la personalidad, lo que atrae a los hombres, nos daremos de leches para erradicar el machismo".

Habló también de lo que denominó "visión en túnel": nuestra mente es como una linterna en la oscuridad, que solo enfoca a un punto determinado. "O pienso (enfoco) en lo que me enamora de mi pareja, o en lo que me separa". Aconsejó, obviamente, lo primero. "Si quieres que tu relación con el otro vaya mejor, piensa qué puedes hacer tú para mejorarla".

Sexo y pasión

Algunas máximas sobre el sexo, sin el que ninguna pareja -aseguró- puede funcionar: "Si quieres hacer el amor, más que regalar flores, quítate los calcetines". Esto es, hay que cuidarse por dentro y por fuera, evitar ese calzoncillo desgastado y esas bragas color carne. Y, de nuevo, las diferencias entre sexos: "para los hombres, el sexo puede ser el colofón de un mal día, pero para las mujeres, el sexo es la consecuencia de un buen día".

Antes de dejar paso al coloquio, Patricia Ramírez derribó otro tópico sobre las relaciones: los polos opuestos no se atraen, por más que al principio una persona muy diferente pueda resultar atractiva. Si no comparten valores similares, luego vendrán las discusiones sobre temas como el colegio de los hijos, las visitas a los suegros...

Abogó por dejar tiempo libre a la pareja para que tenga "vida propia: amigos, trabajo, aficiones... Que la felicidad de uno no dependa solo de la pareja. Si sales con alguien por no estar solo, también estás solo".