Notas, oboes, saxos, pentagramas, jazz, blues y hasta los Beatles se pasean con elegancia y mucho ritmo por los poemas del nuevo libro de Antonio García Teijeiro dedicado a los niños. El poeta vigués presenta "Queda la música" hoy en Vigo y anima a impartir de forma más lúdica ambas artes en las escuelas.

"Érase una vez un grupo formado por cuatro músicos que se llamaban John, Paul, George y Ringo". Antonio García Teijeiro es un admirador confeso de The Beatles y a ellos les dedica varios de los poemas de su nuevo libro, "Queda la música", un poemario infantil en el que caben todos los instrumentos y los estilos musicales en una fiesta de palabras llena de ritmo.

Meter a los niños el gusanillo de la música a través de la poesía -que son las dos grandes pasiones del autor- es el objetivo de Teijeiro, "aunque siempre de una forma lúdica y llena de humor y de ternura", advierte.

El autor presenta hoy (20.00 horas) en la Librería Librouro de Vigo la obra acompañado de la editora de Amigos de Papel, Asunción Carracedo, el escritor Álvaro Otero y el poeta Juan Carlos Martín Ramos.

"La música puede cambiar el sentido de una vida; no es un simple acompañamiento de fondo, y eso es lo que quiero transmitir a los niños a través de la poesía", apunta el autor vigués. Así, "Queda la música" introduce a los niños en las notas, en los distintos instrumentos musicales, en el jazz, el blues y en sus admirados Beatles. "Ya había dedicado otros poemas a Beethoven y a Bob Dylan, mis otros dos grandes de la música, y en esta ocasión no quería dejar fuera a estos músicos cuya obra supuso una ruptura con una sociedad que me ahogaba y cuya música perdura hoy en día", explica el poeta. Así, a través de las atractivas ilustraciones de Tesa González, Teijeiro presenta a Ringo, que "toca todo el día su incansable batería"; al bajo de Paul, que "convierte el Re en Si bemol"; a la guitarra de George Harrison que "cuando llora un minuto es una hora" y John Lennon, "que escuchaba muy tranquilo en un rincón le dijo muy cariñoso: Paz, amor y rock and roll".

"La música, como la poesía, deberían de impartirse en las escuelas de una forma lúdica para que, poco a poco, se fueran filtrando en la piel de los niños y disfrutaran con ellas", asegura Teijeiro. "Esa es mi lucha desde hace muchos años, insistir en la importancia de enseñar a los niños la poesía, en casa y en el colegio, y eliminar el tópico de que la literatura infantil es de segunda categoría; hay que exigir a los autores que escriban para los niños con cariño y respeto porque todo lo que lean de niños redundará en su personalidad en el futuro", advierte el autor, que además es profesor en un centro vigués y actualmente imparte talleres de poesía. "A los niños les encanta la poesía, es a los adultos a los que no les gusta; solo hay que crear el ambiente adecuado para hacérsela llegar", concluye Teijeiro.