Mario Vaquerizo y Olvido Gara, la inconfundible "Alaska", han reconocido públicamente en varias ocasiones -incluso en el el reality sobre su vida que emite MTV- que uno de sus primeros besos tuvo como escenario un bar de Vigo, concretamente propiedad de su amiga aún hoy Silvia Superstar. Corrían los años 90 y Vigo seguía en el candelero musical.

Con el recordado y recientemente desaparecido Germán Coppini, junto a Teo Cardalda con "Golpes bajos", y Pablo Novoa y Luis García, se escribieron páginas inolvidables de la historia del pop y rock. "Killer Barbies" y "Los piratas" o "Cómplices" son la muestra de que las diferentes sensibilidades representaron estilos musicales dispares.

Sin embargo, sobre esa época -las últimas dos décadas de historia reciente- no se ha derramado tanta tinta como con la explosiva, por creativa, "Movida" de los años 80. Esta es, al menos, la impresión del autor Diego Lamas, que acaba de presentar un libro que recopila la historia musical de Vigo durante los veinte años siguientes a la famosa "Movida viguesa". "No existe apenas información sobre dicha época sociocultural que vivió la ciudad dos décadas y en el libro se plasma con profundidad", asegura quien firma el libro, titulado "La movida después de la movida".

En este libro se elabora un estudio acerca de cómo acabo la década de los 80 y comenzó "otro" movimiento cultural en la ciudad olívica "que no tuvo la repercusión que merecía", explican. Entre otras bandas, fue el turno de "Pasto de tiburones", segunda formación de los "Bromea o qué?", que editaron varios discos -entre los artífices de los temas estaban Luis Santamaría y Nicolás Pastoriza-.

Diego Lamas hace un relato de muchos grupos y solistas vigueses importantes a nivel estatal que llevaron a Vigo a conseguir la etiqueta de una de las cunas del rock alternativo en España a finales de los 90 y principios del siglo XXI. "Cada década es tratada con cuidado y respeto a los grupos posteriores y anteriores a la misma", explican los promotores de la obra.

Una de las novedades que presenta el libro es la diversidad de grupos en los que profundiza. Bandas de rock y solistas que tuvieron gran repercusión, pero también otros que no la tuvieron. Juntos formaron un entramado de músicos digno de mención. Grupos como los citados "Killer Barbies", "Los piratas", pero también "Desertores" y ya más recientemente "Maryland", "Cat People", "Donnatore di Groove", "Los Feliz", "Indómitos" o "Ectoplasma" forman parte de ese caldo de cultivo musical. También se cita a a grupos y solistas de los años ochenta que dieron sus últimos coletazos en las décadas posteriores. Aquí cita marcadamente a Antón Reixa y la historia de las formaciones que apoyó -como "Siniestro Total" y luego los estertores de "Semen Up" y "Os Resentidos".

Mientras diversas exposiciones conmemoran esas tres décadas de historia del movimiento creativo y social que marcó Madrid en los años 80, los menos nostálgicos reivindican lo ocurrido después. En resumen, el libro trata de aportar toda la información necesaria para comprender que en Vigo también hubo (y hay) "Movida después de la Movida". "Le presento a las bandas más carismáticas de esa década, tan presente como olvidada", arranca Diego Lamas en el texto, no muy extenso, pero conciso sobre esa otra historia.