La médica forense en el Instituto Nacional de Toxicología y especialista en esta materia, la doctora Pilar Amestoy, advierte, al comienzo de la temporada de recogida de setas en los montes españoles, contra las 'leyendas urbanas' que existen para saber si una seta está envenenada o evitar que intoxiquen a quienes las consumen.

Todos los años se registran casos de personas intoxicadas, e incluso fallecimientos, por ingerir setas recogidas sin el imprescindible conocimiento. El pasado día 5, un vecino de Ólvega de 78 años murió como consecuencia de la ingesta de setas tóxicas, probablemente 'amanita phalloides', que él mismo había recolectado, convirtiéndose en la primera víctima registrada por esta causa este año.

"Se oye que hay antídotos en Internet, que se puede poner a las setas una cucharilla de plata, que si las ingiere un animal y no le pasa nada no es venenosa o que si tiene un sabor agradable no es venenosa, y nada de eso es verdad", ha remarcado en declaraciones a Europa Press la experta en toxicología.

Esta especialista asegura que la gente no tiene suficiente información respecto al consumo de setas y se cree "gran conocedora" del tema, ya que se tiende a pensar que todo lo que hay en el campo es bueno por el simple hecho de que es natural.

"No hay suficiente información. Es complejo reconocer las setas e incluso a veces los expertos tienen dificultades. Pensamos que en el campo todo es natural y bueno, la gente se cree gran conocedora", ha reconocido la doctora Amestoy. Por ello, recomienda "no salir al campo si no se es un auténtico experto" y aún así no fiarse porque "ellos también se pueden equivocar".

Amestoy ha señalado que el perfil típico de una persona intoxicada por setas es "un adulto en un fin de semana de otoño en una comida con familia o amigos", ya que este alimento se suele "tomar en grupo".

La experta en toxicología ha admitido que en cuanto se recibe una llamada por intoxicación y el problema es de tipo intestinal, "enseguida lo relacionan con setas". De este modo, el protocolo a seguir es dirigirse al instituto y dependiendo del caso ven "el riesgo que hay" y les "mandan al hospital", ha explicado.

"Puede haber distintos grados de intoxicación dependiendo de la persona, incluso habiendo tomado la misma seta y presentan mejor pronóstico los que inmediatamente notan molestias que los que más tardan en encontrarse mal. Un intoxicado grave mejora a las 36 o 48 horas, aunque luego puede tener problemas hepáticos y renales", ha afirmado Amestoy.

Uno de los mayores problemas que suelen causar las setas venenosas son de carácter hepático y una de las más peligrosas es la 'amanita phalloides', la cual ocasiona un daño sobre el hígado que dependiendo de la cantidad "puede ser irreversible y puede hasta fallecer la persona", ha expuesto Amestoy.

La médica ha asegurado también que si se toman setas en un restaurante o compradas de un supermercado no debería haber problemas, ya que "hay mucho control sobre ellas" porque son de "criaderos o recogidas por expertos".

Sobre el número de llamadas por posibles intoxicaciones, no todas suelen ser porque alguien ha tomado una seta que no debería haber ingerido. "En 2012 tuvimos 216 llamadas por posibles intoxicaciones y en 2013 llevamos 80 por ahora. Esto no quiere decir que todas esas llamadas sean intoxicaciones, algunas son sólo para consultar", ha precisado.

Precaución con los parecidos de las setas

"Las setas son muy parecidas y pueden cambiar su aspecto si ha habido una helada. También se pueden coger estas venenosas entre un grupo de setas buenas y no darte cuenta", ha apuntado Amestoy, quien ha puesto el ejemplo del peligro que hay con el parecido entre la 'amanita caesarea' (no venenosa) y la 'amanita muscaria' (venenosa).

Para prevenir comer setas intoxicadas, Amestoy ha apuntado dos recomendaciones que todo el mundo debería seguir. Una es que nunca hay que "recoger las setas en bolsas de plástico porque se rompen", sino que "es mejor en cestas para poder identificarlas", y otra que a la hora de cocinar no hay que dejar el manejo de las setas "a segundas personas que no sean expertas", ya que siempre las tiene que manejar "quien las ha recogido o quien las conozca bien", ha dicho.

En caso de que la intoxicación no se pueda evitar y para facilitar el posterior análisis por parte de los expertos, Amestoy ha recomendado "guardar el guiso de las setas" o incluso "el vómito del paciente".