Elvira González-Seco nació en Mondoñedo en 1913. No muy alta, delgada y con unos preciosos ojos castaños, se casó en 1940 con Álvaro Cunqueiro y tuvieron dos hijos. César, uno de ellos, define su carácter como "realista, disciplinado y con un espíritu muy equilibrado".

El notario y escritor lamenta el machismo de la época que dejó a "tantas mujeres válidas sin poder ir a la universidad". Su madre fue una de ellas pero eso no impidió que se formara por su cuenta desde pequeña; aprendió italiano para ayudar a su marido en las traducciones y también francés para ayudar a sus hijos en el bachillerato. "Fue mi primera profesora de Historia y también de mis primos", recuerda su hijo, que conserva sus cuadernos de listas de monarcas y pequeños relatos de la historia antigua.

Falleció a los 82 años por un accidente doméstico, una intoxicación de gas, mientras hacía una de las cosas con las que, junto a la cocina, más disfrutaba, leer.