"El ambiente de los nacionalistas de Vilagarcía le agradó mucho por el tono intelectual e idealista de sus conversaciones, que contrastaba con el ambiente que había vivido antes en Vigo y especialmente el que había tenido que pasar durante los concursos de belleza, a los que había sido empujada por una parte de su familia, pero para Emilia Docet el galleguismo fue algo circunstancial y, su actuación en el histórico mítin de As Arengas en 1934, una casualidad". La familia de Emilia Docet ha roto el silencio mantenido durante años en torno a la que, en 1933, fue elegida Miss España para, en palabras de su portavoz e hijo, Francisco Novoa Docet, desmentir las tergiversaciones que se han hecho de la imagen de su madre y, muy especialmente, aquellas que atañen a los calificativos de "musa del galleguismo" o "musa de los republicanos gallegos", calificativos que, sostiene, no se ajustan para nada a la realidad. "Que mi madre simpatizó con algunos galleguistas es cierto, pero nunca militó en ese partido ni se dedicó a hacer campaña electoral". Y es que a los 17 años, no era precisamente la política el tema que mayormente ocupaba y preocupaba a aquella bella mujer.

Lo que se ha pretendido "vender" como afinidad de Emilia Docet con los galleguistas surge, según las fuentes que informan a FARO DE VIGO, de que, tras ser elegida miss España, pasó una temporada en Vilagarcía en la casa de una prima lejana suya que estaba casada con el médico galleguista Xosé Núñez Búa, quien seguramente le presentó a algunas de las personaliades más representativas del partido y fue el artífice de que Docet estuviese en actos como aquel mítin de As Arengas.Pero de ahí no pasó la relación de Emilia con el galleguismo, se insiste desde la familia.

Tras la guerra, los Núñez Búa se exiliaron en Argentina y el médico no regresó a España hasta muerto Francisco Franco. "Yo mismo -recuerda Francisco Novoa Docet- asistí a una cena en Vigo en casa de mis padres con ellos y con Búa, en donde éste nos contó las peripecias de su exilio. Ese encuentro tuvo lugar pocos años antes de la muerte de Xosé Núñez".

En otro orden de cosas, los Novoa Docet no han tenido inconveniente en revelar a FARO aspectos hasta ahora inéditos, tanto de antes como de después de la Guerra Civil, de la vida de esta mujer de la que, por mucho que se haya escrito, poco más se conocía hasta hoy con certeza más que triunfó en aquel concurso de Miss España y que fue, aunque ahora sabemos que no, la "musa de los galleguistas", fallecida el 22 de febrero de 1995 en Vigo, donde nació y vivió la mayor parte de su existencia, salvo unos intervalos de residencia en Lugo (1940-45) y en Pontevedra (1952-60). Hasta su muerte, sus residencias en Vigo tuvieron lugar en la casa del bonín (Areal), en García Barbón, 91 y, ya en los últimos años, en una vivienda situada en la calle Luis Taboada.

Nacida en la ciudad olívica el 9 de julio de 1915 (y no en 1913 como figura en la mayoría de sus biografías), Emilia Docet Ríos era hija de Francisco Docet y de Emilia Ríos Renjifo. Su padre había emigrado a la Amazonia peruana a principios del siglo XX. Fue allí donde, propietario de una explotación cauchera en Contamana, conoció y se casó con la citada Emilia Ríos, hija de un militar y gobernador local. El matrimonio tuvo seis hijos, los dos últimos nacidos en Vigo.

En 1940, es decir, al año siguiente de finalizar la guerra, Emilia Docet contrajo nupcias en su ciudad natal con Francisco Novoa Ortiz, Ayudante de Obras Públicas y, por consiguiente, en aquella época, funcionario del Estado, quien estuvo destinado en las Jefaturas de dicho Ministerio en Lugo, Pontevedra y, finalmente, en la Junta de Obras del Puerto de Vigo (hoy Autoridad Portuaria). De ese matrimonio nacieron dos hijos varones, los también vigueses de cuna Juan y Francisco Novoa Docet.

Antes de casarse Emilia estudió Peritaje Mercantil en la Escuela de Comercio de Vigo y trabajó durante un tiempo en el Laboratorio Miguel Servet, trabajo que dejó tras su boda dedicándose, desde entonces, a ejercer de ama de casa.

Inteligente, trabajadora,simpática, aficionada a la música y a los deportes (excursionismo y natación principalmente hasta que su edad se lo permitió), amante de la lectura de novelas y de periódicos "para estar enterada de la actualidad". Así quieren que sea recordada, porque así era ella realmente, esta Emilia Docet que también destacaba por un rasgo muy acentuado de su personalidad: "Era una mujer muy religiosa, católica ferviente, al igual que lo habían sido su padre y su madre".

El hecho de que Emilia se hubiese presentado a aquel certamen de Miss España (solo dos gallegas han recibido esta distinción), más que por voluntad propia por consejo o "presión" de sus familiares y amigas, no quiere decir que ella se hubiese arrepentido de ello. Por el contrario, cuando hablaba del "asunto" lo hacía "con naturalidad, pero sin presunción y discretamente".