Las redes sociales echan humo

Internet retransmitió la jornada en forma de chistes, fotomontajes y falsos rumores

CHUS NEIRA

Difícilmente puede convertirse en un éxito del ecosistema digital que medio mundo esté pendiente de una chimenea. El cónclave para elegir al sumo pontífice forma parte de una liturgia analógica sin ninguna duda. Y ni las cuentas de Twitter de Benedicto pueden acabar con eso. Ayer, todavía sin datos oficiales, parecía muy claro que la fumata blanca no había congregado a tantos seguidores en YouTube como el salto al vacío de Baumgartner para RedBull, que fue récord en el canal de vídeos on line. Las redes sociales sí echaron humo con el Papa, como no podía ser de otra forma, pero no de una forma efectiva. La red abonó más la rumorología, propició el despiste, y, en especial, el chiste.

Sí, lo que más se movió por sitios como Twitter o Facebook fueron fotomontajes del Papa convertido en otra cosa o ingeniosos juegos de palabra. La nacionalidad argentina de Bergoglio y la proximidad del 4-0 del Barça-Milan, el día anterior, dio pie a que muchos tiraran de Photoshop y colgaran imágenes de un Papa con la cara de Mesi. La otra variante era utilizar a Maradona y jugar con el nuevo Papa mostrando pancartas en las que se podían leer frases como "Maradona es Dios". Eso, en lo que a fotomontajes digitales se refiere.

También en algunos sitios de internet se dio como Papa a Angelo Scola. En una de las actualizaciones de su página de la Wikipedia así lo habían puesto con el supuesto cargo, aunque muchos dieron por bueno el rumor que, finalmente, resultó ser totalmente falso.

La Red sirvió también para airear rápidamente las denuncias sobre el pasado del nuevo papa, ligándolo a la dictadura argentina y a posiciones homófobas.

En el otro lado de la balanza digital del Papa, el Vaticano se apresuró a no perder pie en estos nuevos medios, y al momento de haber sido elegido volvió a reactivar la cuenta @Pontifex de Twitter que había sido cancelada tras el abandono de Ratzinger.

El primer tweet del Papa, muy rebotado por todas partes fue un escueto y mayúsculo "HABEMUS PAPAM FRANCISCUM".

Tracking Pixel Contents