En los próximos días podremos ver salir humo -negro o blanco- de la capilla Sixtina. Y ya se empiezan a escuchar algunas críticas contra estas emisiones gratuitas de dióxido de carbono a la atmósfera. Los más osados, en un alarde sobrecogedor de creatividad apuestan por un "pilotito" de color rojo para indicar que todavía no se ha llegado a un consenso y otro de color verde para anunciar al mundo que ya se ha elegido al nuevo Papa. ¿Qué decir? Yo me decantaría por amenizar el evento con un espectáculo de luz y música (será por mi condición de músico o, quizás, un pecado de juventud). En fin.

El CO2 que emitirá la "chimenea pontifica" es anecdótica, pero siendo el medioambiente y el cambio climático una cuestión tan actual ¿por qué no rebuscar si el Vaticano ha hecho los deberes?.

Yo no sé si el -ahora- Papa emérito Benedicto XVI poseía el carnet de Greenpeace, me inclino a pensar que no, sólo por aquello de no decantarse por una ONG específica. Sin embargo, en julio de 2008, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud en Sídney, Benedicto XVI se dirigía a medio millón de jóvenes denunciando públicamente las "heridas que marcan la superficie de la tierra: la erosión, la deforestación, el derroche de los recursos minerales y marinos para alimentar un consumismo insaciable". Fruto de esta conciencia ecológica, en el mes de noviembre de ese mismo año, el estado más pequeño del mundo se convertía en un referente mundial en el cumplimiento del Protocolo de Kyoto con la instalación de 2400 placas solares o paneles fotovoltaicos, reduciendo drásticamente las emisiones de CO2 y contribuyendo a la producción de energías renovables. En 2009, el mismo Papa, instó a los nuevos embajadores ante la Santa Sede: "todos los gobiernos se deben comprometer a proteger la naturaleza para que pueda desempeñar su papel esencial en la supervivencia de la humanidad".

En definitiva, no creo que instalen un pilotito verde para anunciar la elección del nuevo Papa, pero sí creo que la Iglesia continuará con su labor de cuidar el mayor regalo que Dios nos ha dado, la vida.

*Sacerdote vigués en Roma