"Tienes un tumor en el pecho". Cuando el médico se lo comunicó, el pánico invadió a Teresa Ferreiro, que se sintió, confiesa, como si estuviese en la montaña rusa. Las dudas comenzaron a asaltarla: "¿Qué voy a hacer? ¿Por qué yo? ¿Qué me va a ocurrir? ¿Qué y cómo lo digo? ¿Qué puedo hacer para ayudar al tratamiento?", cuestiones para las que nadie parecía tener respuestas. Pero en cuanto asumió la noticia también tuvo claro que el cáncer no iba a convertirse en el centro de su vida.
"Necesitaba respuestas y como no las obtuve, decidí buscarlas por mi cuenta, por lo que comencé a investigar", explica esta gallega, que tres años y medio después de su diagnóstico, ha plasmado todas las respuestas a sus inquietudes en "Un bulto en la mama" (Ediciones Obelisco), un manual -no guía, matiza- que esta licenciada en la rama de Relaciones Públicas y Publicidad de Ciencias de la Información asegura que sirve para cualquier persona que se enfrente a u cáncer.
Ferreiro, responsable de proyectos en una Escuela de Negocios de Barcelona, donde vive desde hace siete años, se sacudió el miedo del cuerpo y decidió que el cáncer no gobernaría su vida, afrontándolo como un proyecto más. Así, asumió cada sesión de quimioterapia y de radioterapia como etapas. "Cada sesión era un paso adelante hacia el final del tratamiento y de la enfermedad. Y el tiempo entre sesión y sesión lo disfruté al máximo, sin pensar en cuándo tenía la siguiente", explica.
Porque la actitud ante el cáncer es fundamental, asegura, para superarlo. "Si no crees en el tratamiento, este no te va a funcionar", sostiene. Aunque también existen alternativas que pueden favorecer el tratamiento o al menos hacerlo más llevadero y que comparte con los lectores de este manual, que a la vez es un recorrido cronológico por la experiencia de una superviviente del cáncer de mama. "Hoy me encuentro fenomenal y el cáncer solo es una experiencia vital más", asegura.
En ese deseo incesante de encontrar respuestas, Ferreiro se adentró en la sabiduría oriental, en la medicina natural y en la nutrición. Hasta tiene su propia crema hidratante para después de las sesiones de quimioterapia, que ahora brinda a quienes se adentren en las páginas de este libro, que espera que sirva para hacer más llevadero el camino a las mujeres diagnosticadas de cáncer. "No quería hacer un libro con mi testimonio, sino algo práctico, que pudiese ayudar a otras mujeres en mi misma situación y que tal vez no tengan los mismos recursos que yo para buscar respuestas a las dudas que te van surgiendo", explica.
A la alimentación, por ejemplo, le dedica un capítulo entero. "La nutrición es algo básico para minimizar el impacto de la quimioterapia, porque medicamentos tan fuertes ponen a prueba el hígado. Si además le fuerzas con comidas fuertes, no le haces ningún favor", explica Ferreiro, que asegura que la alimentación no solo es un importante aliado durante el tratamiento, sino que también puede prevenir la aparición de tumores.
Una de las primeras preguntas que la asaltaron fue la razón de su tumor. "Los médicos dejan la cuestión abierta, pero yo necesitaba saber de dónde venía porque si no solucionas la causa inicial puede volver a pasar", alerta. Y Ferreiro lo tiene claro: su tumor fue consecuencia de un desequilibrio emocional. "No hablo de culpabilizarse, sino de entender de dónde viene el problema para poder intentar que no vuelva a suceder", insiste.
Pero a pesar de tenerlo todo organizado, reconoce que tuvo un momento de bajón. Fue cuando descubrió que se le estaba formando un linfedema en el brazo, una secuela de la extracción de los ganglios linfáticos durante la operación de mama. En este momento, relatar su experiencia y lo que había aprendido a lo largo de todo el proceso comenzó a dibujarse como una vía para descargar toda "desazón y frustración" que sentía. "Me lo extirparon por precaución porque no estaban afectados y yo me oponía. Hasta me ofrecí a firmar un documento eximiendo al hospital de cualquier responsabilidad, pero la doctora dijo que eso no era innegociable. Yo no tenía fuerzas para subir diez escaleras; menos para ir a otro hospital, y accedí", recuerda. "Un bulto en la mama" no es, afirma, una crítica a los médicos, aunque sí hace un llamamiento a una nueva relación médico-paciente, donde ambas partes se pongan a la misma altura. "El paciente tiene que poder decidir qué quiere hacer en cada momento", aboga.
Ferreiro asegura que este manual puede servir de ayuda a cualquier persona que esté enfrentándose ya no al cáncer o a otra enfermedad, sino a un problema grave. "El libro explica cómo posicionarte ante los problemas", afirma.