El restaurante santiagués Casa Marcelo se despidió anoche con mucho humor y emoción de clientes y amigos en una fiesta homenaje que puso el broche final a una exitosa trayectoria de 13 años en la vanguardia de la gastronomía gallega y que fue el punto de partida de un nuevo proyecto, una taberna de cocina gallego-japonesa. Tras el "entierro" del primer y último menú en el jardín del restaurante, se celebró la última cena de Casa Marcelo, con la que, a modo de "velatorio", Marcelo Tejedor cerró una etapa.