Su interpretación de "Rigoletto" el pasado domingo junto a la compañía Concerlírica recibió el aplauso unánime del público y de la crítica. Luis Cansino cantaba en casa, lo que supone para él una mayor tensión, ya que en Vigo inició sus estudios musicales y aquí es donde mayor es su deseo de dar lo mejor de sí mismo. No defraudó a nadie con una magnífica interpretación del bufón jorobado con música de Verdi.

-¿Cómo es el día después de la función para el barítono protagonista?

-Es un día tranquilo donde se deja descansar la voz. Uno se levanta con la tensión de todo el esfuerzo realizado, más aún tras una ópera tan complicada como Rigoletto, y es momento de recapitular las emociones vividas y hacer una reflexión sobre la función. Bueno y es también día de volver a hacer las maletas ya que mañana mismo parto para actuar en la temporada de ópera de Irún y justo después me marcho al Teatro Nacional de Brno

-Cantar en casa, ¿le aporta una mayor tranquilidad?

-A veces resulta más difícil cantar en la casa de uno que en otros teatros, aunque sean más importantes. Eres consciente de la expectación que se puede crear y quieres dar lo mejor a la gente que ha seguido tu carrera y apoyado desde el principio. Es la gente que te quiere, con lo que tienes un plus de tensión.

-Levantarse y leer las buenas críticas, como de nuevo le ha ocurrido hoy, será una agradable sensación.

-Las buenas críticas son gratificantes, cómo no, pero hay que intentar siempre dar lo mejor de uno mismo y, por salud mental, tener un punto de autocrítica y querer cada día mejorar. Si no se mantiene esa exigencia mejor bajarse del escenario.

-¿Coincide esta vez su sensación con la que expresan las críticas hoy?

-Quedé contento con la actuación. Rigoletto es un papel tremendo desde el punto de vista vocal. Implica mucho tiempo sobre el escenario con pasajes muy complicados y exige todo el registro de voz barítono, pero realmente lo más complicado es la interpretación. El personaje es un jorobado deforme, lo que implica cantar todo el tiempo cojeando y que la espalda quede destrozada después de cada actuación. Es un personaje que requiere un esfuerzo físico notable. También supone un desgaste psicológico grande; se trata de un bufón que se ve obligado a burlarse pero además es un padre protector y atormentado que tiene una hija oculta que todos creen que es su amante. Un hombre viudo que acumula muchas vivencias difíciles... hay que creerse el personaje y construirlo muy bien para que llegue al público.

-El Auditorio Mar de Vigo se llenó. ¿Hay más demanda de ópera en Vigo que la que ofrece la ciudad?

-Sí, en este caso por ejemplo si hubiera habido dos funciones creo que también se habrían llenado. Vigo, por ser la ciudad más importante de Galicia en tamaño y por tener una de las asociaciones de Amigos de la Ópera más importantes de España se merece una temporada de ópera estable. No es necesario que sea muy ambiciosa al principio, ni muy extensa, pero al menos debería contar con cuatro o cinco actuaciones. Yo estaría dispuesto a venir las veces que fuera necesario porque también siento que es mi obligación apoyarlo. Además, la ciudad cuenta con un auditorio fabuloso que no se puede permitir no tener una actividad interesante. También es muy importante que a los artistas se nos de la posibilidad de trabajar con tiempo, poder estar en el teatro con días de antelación para conseguir ofrecer un producto de calidad.

-Ayer se criticaron algunos problemas de acústica en el auditorio...

-El auditorio está bien construido y para los artistas la acústica es muy buena pero es una pena que no exista un foso para la orquesta. Sin embargo, son problemas que se pueden subsanar.

-Comenzó sus estudios de música en Vigo. ¿Quién le impulsó de niño a iniciarse en este mundo?

-Mi madre tenía una voz muy bonita pero en su época no se podía casi ni insinuar que uno quería dedicarse al mundo artístico. Sus padres tampoco lo aceptaron y mi madre siempre dijo que si tenía un hijo que quisiera dedicarse a eso ella le apoyaría a tope. Mi padre murió cuando yo tenía cuatro años y mi madre quedó al frente de la familia con una situación económica muy complicada y muchas deudas por saldar. Sin embargo, tuvo muy claro desde el principio que haría los esfuerzos necesarios para comprarme un piano y pagarme los estudios universitarios. A ella le debo donde estoy. Ahora tiene 86 años y ayer estuvo en el teatro. Se emocionó mucho por ver a su hijo como protagonista en una ópera y yo también estaba muy emocionado.

-¿Qué es para usted la zarzuela?

-Es un género al que quiero y debo mucho ya que los primeros grandes éxitos de mi carrera fueron con la zarzuela y ella me ha abierto la puerta de los grandes teatros para interpretar ópera. Sigo cantando zarzuela, aunque en los últimos años mi actividad está más centrada en la ópera. Creo que la obligación de cualquier cantante es cantarla porque es nuestro género lírico. Además, creo que debemos alentar que se difundan la ópera y las zarzuelas gallegas como "La Meiga" o "Maruxa", que son poco conocidas.