Paralizar al agresor el tiempo suficiente para que la víctima de violencia de género pueda pedir ayuda. Esta es la misión de los perros adiestrados para defender a mujeres maltratadas, un proyecto -pionero en Galicia- que desarrolla el centro canino DeMontegatto de Oza dos Ríos y que promueve la asociación Ve-la luz. "El objetivo es que la víctima pueda ser independiente, salir a la calle sin miedo", indica Gloria Vázquez, presidenta de esta entidad de ayuda a víctimas de malos tratos.

Cinco mujeres asisten a clases en el centro, pero a finales de este mes una de ellas habrá finalizado ya la formación y se le hará entrega de un perro escolta con el que convivirá las 24 horas del día.

La idea de que el perro se convierta en el mejor aliado para las maltratadas parte del temor a que fallen otras medidas de protección. "Los sistemas telemáticos como los teléfonos o las pulseras no funcionan al 100%, tienen fallos de cobertura en garajes o ascensores, por ejemplo", indica Gloria Vázquez, quien añade: "La ley de violencia de género no se cumple, las órdenes se quebrantan y no pasa nada. Hoy por hoy, para las víctimas con alto riesgo, llevar un perro todo el día con ellas es la única alternativa".

Pero lograr que un can se convierta en un verdadero escolta no es nada fácil. Monitores especializados trabajan durante un año con el animal para enseñarle cómo debe actuar ante una agresión y una vez el perro esté adiestrado es preciso otros cinco o seis meses de trabajo para que las víctimas se familiaricen con el animal y sepan cómo manejarlo en caso de el agresor intente acercarse a ellas. "Estos perros se adiestran para ser un método disuasorio, para paralizar al agresor. No queremos degollar a nadie, ni el animal va a morder al maltratador", indica el gerente del centro canino DeMontegatto, Octavio Villazala, quien también aclara que "el perro actúa sólo cuando la mujer le da una señal, no va a atacar a cualquiera que se le acerque".

"Trabajamos con tres impulsos de los perros para enseñarles lo que tienen que hacer: el de caza, el de presa y el defensa", indica este monitor. "A través de un figurante simulamos que la víctima va a ser agredida y el perro aprende a sujetar al maltratador por el brazo o si tiene un bozal de impacto a darle un golpe y a paralizarlo", sostiene Villazala, quien añade: "Lo mantendrá así, sin morderle, pero sin retirar la atención sobre él para que la víctima pueda llamar por teléfono y pedir ayuda a la policía o la familia". "Es un proceso de aprendizaje complicado que sólo deben realizar profesionales expertos porque si no lo haces bien puede ser un peligro", indica este adiestrador.

Mas allá de su labor de defensa, los perros también tienen un carácter terapéutico para las víctimas de malos tratos. "Está demostrado científicamente que estar en contacto con perros ayuda a estas mujeres a desarrollar su autoestima y además es positivo para ellas porque aprenden a dar órdenes o a saber decir que no, algo para lo que la mayoría tenía dificultades", sostiene Villazala, quien recuerda que también es bueno para sus hijos que pueden jugar con ellos.

Pero no todos los perros pueden participar en este programa. "Sólo un 2% de los canes están preparados para realizar esta función. Trabajamos con las razas pastor alemán y can de palleiro", indica Villazala. Lo mismo ocurre con las maltratadas. "No todas pueden acceder al proyecto, depende de su equilibrio emocional, del tiempo que haya pasado desde la agresión... Para tener un perro de este tipo se necesita tener un carácter templado", añade.

El proyecto se inició este año y por el momento sólo cinco mujeres reciben formación para vivir con un perro escolta aunque ya hay lista de espera. "La idea es que la Xunta colaborase para extenderlo a más víctimas, pero de momento no se ha interesado por la terapia", indica Gloria Vázquez. Otra de las reivindicaciones de Ve-la luz es lograr que, al igual que los perros guía, los canes de defensa puedan entrar en cualquier local. Todo para lograr protección las 24 horas.

Gloria Vázquez - Presidenta de la asociación gallega de ayuda a maltratadas Ve-la Luz

"Estos perros permiten que la mujer maltratada sea independiente, que salga a la calle sin miedo"

Los adiestradores enseñan al perro a cómo actuar frente a una agresión. / juan varela

Muy crítica con la actuales medidas de protección para las víctimas de violencia de género, Gloria Vázquez considera que adiestrar perros para defender a las maltratadas es una gran opción para lograr "la independencia" que esta mujeres pierden desde que denuncian. "Hay que permitir que las mujeres continúen con su vida normal, que tengan libertad para ir por la calle sin miedo, no como ocurre ahora que se tienen que ir de su casa, esconder en una de acogida o tener siempre una maleta preparada para huir", sostiene Vázquez, presidenta de las asociación Ve-la Luz, de ayuda a víctimas de violencia de género.

Desde esta entidad creen que hay recursos económicos suficientes para atender correctamente a las víctimas de maltrato, pero aseguran que "hay que optimizarlos". "Por ejemplo, la ley de violencia de género no se está cumpliendo. Las condenas son irrisorias y muchas veces los maltratadores se saltan las órdenes de quebrantamiento y no pasa nada", denuncia. Por ello, defienden el uso de perros de defensa como una buena herramienta. "En el caso de Narón (una joven asesinada por su expareja en plena calle), por ejemplo, en que el agresor llegó por detrás, el perro la habría advertido", sostiene Vázquez.