Galicia registró un total de 172 trasplantes de médula ósea durante el pasado año, lo que supone el máximo histórico desde que se realizan este tipo de operaciones y que sitúa a la comunidad gallega por encima de la tasa estatal, con 61 trasplantes por cada millón de habitantes, frente a las 57 intervenciones de este tipo que se realizaron en el ámbito nacional, según informó ayer la Consellería de Sanidade.

Con respecto a datos del ejercicio anterior, el número de trasplantes de médula ósea aumentó en 23 operaciones, alcanzando el total de 2.142 trasplantes desde que empezaron a realizarse este tipo de operaciones en el año 1992, según informó el departamento que dirige Rocío Mosquera.

Galicia realiza, desde el año 2008, los tres tipos de trasplantes de médula ósea que existen actualmente: autólogo, alogénico emparentado y alogénico no emparentado. El primero de ellos es en el que se emplean las células del propio paciente, mientras que en los alogénicos emparentados se utilizan células de un familiar. Por su parte, los trasplantes alogénicos no emparentados son aquellos en los que ni las células del paciente ni las de algún familiar sirven, por lo que debe recurrirse a la búsqueda de un donante en el ámbito mundial a través de la Red Española de Donantes de Médula Osea (Redmo).

Los complejos hospitalarios de A Coruña, Santiago y Vigo son los únicos centros gallegos que pueden llevar a cabo los tres tipos de intervenciones, mientras que en los de Ourense, Pontevedra y Lugo tan solo pueden llevarse a cabo los trasplantes autólogos.

En cuanto al número de intervenciones por cada tipo, de los 172 trasplantes realizados en hospitales gallegos durante el pasado año, 112 fueron autólogos, 25 alogénicos emparentados y 35 alogénicos no emparentados.

Si se comparan los datos según el tipo de trasplante en la comunidad gallega y el conjunto de España, la comunidad no siempre sale muy bien parada. La tasa de trasplantes autólogos es de 40 por millón de habitantes €por encima de los 35,6 en el ámbito estatal€, baja sin embargo a 8,9 en los alogénicos (frente al 10,8 en el conjunto de España), según los datos facilitados por la Consellería de Sanidade.