Sigue contando Luis Ferreiro, hijo mayor de Celso Emilio Ferreiro, esa vida del poeta cuya primera parte publicamos ayer. Su historia, a través de la mirada filial.

>> Últimos años de Caracas. "Allí en Caracas nos independizamos poco a poco todos los hijos, yo me casé y por vez primera Celso Emilio se quedó a solas con Moraima allá por 1972, con una vida más tranquila en lo familiar pero dedicándose de lleno a su trabajo literario y político, fundando Alianza de Emigrantes Nacionalistas y escribiendo, tras "Viaxe ao país dos ananos", las "Cantigas de escarnio e maldizer", "Os autentes", "Fóronse á puñeta", "13 poemas iracundos"... Pero en esos años 70 se empiezan a augurar cambios en España, y él a pensar que debe continuar su trabajo en este país porque ya no se siente a gusto en Venezuela. A través de María Victoria Fernández España y Augusto Assía, que pasaron por Caracas y visitaron a Celso Emilio, y luego de Álvaro Gil, un gran benefactor injustamente olvidado en este país y uno de los socios de Pescanova, le ofrecieron encargarse de la revista "Antibióticos" en Madrid.

>> Vuelta a España. "Antes de reembarcarse consultó su situación policial en España, vio que no tenía nada preocupante y llegó en barco a Vigo en 1973, con su mujer Moraima ,y su hijo Javier, mientras yo me quedé un tiempo más en Venezuela. En el puerto de Vigo estaba esperándole la policía para hacerle un registro total, le hallaron en la maleta un libro de Max Aub, "La verdadera historia de la muerte de Franco" y fue denunciado por propaganda ilegal, expediente que no prosperó. ¡Vaya tiempos!".

>> Estancia en Madrid. "En Madrid comenzó a trabajar, recuperó a todos sus amigos allí, como los autores teatrales Daniel Cortezón o Lauro Olmo€ Empezó a trabajar con la Editora Nacional, a colaborar en ABC y Radio Exterior de España, a publicar más libros, aceptó llevar el Aula de Gallego en el Ateneo de Madrid € Yo volví en 1975 y en 1977 empezamos a colaborar él y yo con el PSG de Beiras, Díaz Pardo, González Laxe, Panchulo... ¿Por qué dejamos la UPG? No la dejamos, nos dejó a nosotros. Pedimos un tiempo de desconexión al volver para evitar problemas con la policía y ya nunca más se puso en contacto con nosotros la organización. En 1977 mi padre decidió entrar, y yo le seguí, en la candidatura del PSG por Ourense en las primeras elecciones democráticas, pero no salió y ese año el partido se fraccionó así que nos pasamos los dos a aquel PSOE que se declaraba marxista y federalista".

>> Muerte en Vigo. "En 1979 se murió de un infarto durante sus vacaciones en Vigo, dejándonos a sus hijos y a nuestra madre una sensación de vació no prevista. Moraima lo era todo en la vida de mi padre desde que la conoció de jovencita, y él lo era todo para ella. Imagínese qué mazazo. Era realmente ella quien lo había sostenido psicológicamente en los momentos amargos que vivió, que no fueron pocos, aunque también supo gozar de los pequeños placeres. De Vigo salió el coche fúnebre hacia Ourense escoltado por policías municipales que eran sustituídod por otros a medida que se pasaba de uno a otro Ayuntamiento camino de Celanova. Y en Celanova le esperaban desde el presidente de la Xunta hasta el gobernador civil de Madrid, de UCD. Decían los mayores que desde Curros Enríquez hasta su muerte no habían conocido un duelo de tan grandes características".

>> Anecdotario. "Mi padre era muy despistado, y más cuando estaba en trance creativo. Siempre tomaba un café en el Derby de Vigo camino del trabajo y un día el camarero le dijo: "Don Celso, houbo moita prisa hoxe?." Y es que había llegado con la espuma de afeitar seca en la cara". Otra vez llamó desde allí por teléfono a su mujer para decirle que se había olvidado las gafas que ponía solo para leer y el camarero le avisó: "Lévaas postas, don Celso, non se apure".

>> Su Celanova natal. "Celanova era una pequeña villa rural con un sistema de castas muy marcado, una separación entre propietarios y aparceros. Pero era una villa culta por lo que irradiaba su colegio de los Escolapios; además mi padre creció cuando en el cercano Ourense había una generación completa de intelectuales (Risco, Pedrayo, Cuevillas€) que generaban una actividad cultural importante, y nació en casa con biblioteca, de padre republicano liberal. Al lado estaba la casa de Curros, al que trató su madre de niño y cuyo padre había sido compadre de mi bisabuelo, ambos notarios. Era toda una situación favorable para desarrollar una afición a la cultura y, en concreto, a la poesía, crecer a la sombra de la casa del poeta".

>> Militancia juvenil. "Por lo que él me contó, la infancia de mi padre fue feliz y su juventud muy agitada por el activismo radical de las Mocedades Galeguistas en las que militaba, antimonárquicas, anti Primo de Ribera, anticaciquiles€ Las de Celanova las montó con José Velo y ahí se forjó políticamente. Sus primeros poemas datan de los 16 años, algunos muy malos como es propio a esa edad pero que ya marcaban una línea de trabajo en la línea que declaró siempre: "Yo escribo porque lo que veo no me gusta".