Un equipo científico de Suecia ha mostrado que el riesgo de sufrir una obstrucción repentina o la ruptura de un vaso sanguíneo es un 60 % más alto si se tiene un hermano que ya ha padecido un ictus. El riesgo de padecer un ictus en pacientes de 55 años o menos es el doble si alguno de sus hermanos ya lo ha sufrido antes de esa edad. Los hallazgos del estudio se han publicado en un artículo de la revista Circulation y a la que este diario ha tenido acceso a través de la web del Cordis (Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo).

Desde el Instituto Karolinska (Suecia) se sugiere que todo paciente debería informar a su médico de si alguno de sus hermanos ha sufrido un ictus. En ese caso también resulta importante modificar hábitos perniciosos que contribuyen a que se produzca, como por ejemplo alimentarse de forma poco sana, no realizar ejercicio físico y mantener una tensión arterial elevada. El ictus isquémico, generado por la obstrucción de un vaso sanguíneo que impide que la sangre llegue al encéfalo del paciente, es el tipo de accidente cerebrovascular más común pues afecta a cientos de miles de personas cada año. Cada 40 segundos, una persona sufre un ictus en Europa y, a pesar de ello, los tratamientos disponibles son muy limitados contra la que resulta ser la mayor causa de muerte después de la enfermedad cardíaca isquémica.

Esta noticia es de especial interés en Galicia, que está a la cabeza de las comunidades españolas con mayor tasa de mortalidad por enfermedades cerebrovasculares. Sin embargo, es una de las que menos unidades específicas tiene –solo el CHUS santiagués–, tal y como denunció la Sociedad Gallega de Neurología recientemente. El conjunto de los hospitales gallegos dan el alta, cada año, a entre 7.000 y 8.000 personas que han padecido un episodio llamado ictus.

Galicia es la tercera comunidad con menor cobertura de asistencia sanitaria para los pacientes con ictus y la que más bajas presenta por esta causa. Por eso, la Sociedad Gallega de Neurología propuso crear cinco nuevas unidades de ictus, en línea con la estrategia del Ministerio de Sanidad.

Rehabilitación cardiaca

En la misma línea, el responsable del único centro de Rehabilitación Cardiaca de Galicia, ubicado en Vigo, el cardiólogo Ramón Mantilla, asegura que "en los últimos veinte años el número de altas hospitalarias con el diagnóstico de cardiopatía isquémica se ha duplicado". "Anualmente se ingresan en los hospitales gallegos cerca de 3000 infartos agudos de miocardio y más de 96.000 pacientes aquejados de angina según datos del 2010". Por ello, el experto propone que esta unidad se incluya en la cartera de servicios del Sergas, como ya ocurre en otras comunidades como Madrid, País, Vasco, Cataluña o Valencia.

"El sistema ahorraría en bajas si ofreciese rehabilitación"

El cardiólogo responsable del servicio de Rehabilitación Cardiaca en Vigo, Ramón Mantilla –privado y al que derivan aseguradoras, aunque solicitó concierto con el Sergas–, explica que propone esta unidad para el nuevo hospital de Vigo. "La baja laboral tras operaciones y accidentes cardiacos es inmensa en Galicia y supone un mayor gasto social". El experto asegura que con el programa completo "veintiuna sesiones, en un mes y tres semanas, se garantiza el 95% el retorno laboral". Está dirigido a todos los pacientes con enfermedad coronaria sometidos a cirugía de pontaje coronario o angioplastia. Y abarca un programa progresivo de ejercicio físico o ciclo ergómetro asociado a una educación en el conocimiento de la enfermedad coronaria, explica el experto. "A corto plazo se pretende la mejoría en la capacidad funcional, contractibilidad cardiaca del paciente y su readaptación lo más completa y precoz posible a su entorno laboral y familiar", aseguran con respecto al tratamiento.