"O somos capaces de poner coto al uso de photoshop o las fotos perderán su valor testimonial y su capacidad para sorprendernos", dijo ayer en el Club FARO Fernando Pérez, Catedrático de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad de Vigo. Presentado por Domingo Docampo, catedrático del mismo departamento y ex rector de esta universidad, su charla en el Club FARO trató sobre manipulación de imágenes y ciencia forense digital para controlarlas, con un título sugestivo: "Si lo veo, no lo creo".

Ya no es válido aquel aserto según el cual una imagen valía más que mil palabras. Esa podría ser una conclusión central de sus palabras, apoyadas en imágenes que delataban y confirmaban tal afirmación. "Dicho de otro modo -explicó-, antes la fotografía tenía un valor documental y más valor que las palabras, pero eso es inválido desde que se usa y abusa del photoshop y otros programas. La manipulación está siendo una preocupación creciente y una de sus consecuencias es que la gente está perdiendo la fe en los fotógrafos además de plantear graves cuestiones éticas, sin que por ahora haya una legislación precisa que lo controle".

Hizo un repaso Pérez, que también ostenta la cátedra Príncipe de Asturias en Ciencia Informática y es uno de los valores de la Universidad de Vigo, de la historia de la fotografía. "La manipulación de imágenes no es nueva y se viene aplicando con fines propagandísticos o comerciales desde los albores de la fotografía; pero lo novedoso es que hoy existen técnicas informáticas que la hacen de uso común, al simple dictado del clic de un ratón".

Un antes de Photoshop y un después. En esas dos "eras" de la fotografía dividió Pérez su conferencia. "Antes de la existencia de Photoshop -afirmó- ya se retocaban los negativos empleando pincel y aerógrafo, entre otras técnicas. De 1869 data uno de los primeros casos documentados, uno de los retratos más conocidos de Lincoln, que se obtuvo tras poner su cabeza en una foto sobre el cuerpo de otro político. Destacan los numerosos casos de manipulación en la antigua URSS; en tiempos de Lenin y Stalin era habitual eliminar a políticos de las fotografías oficiales, si caían en desgracia posteriormente. O podríamos hablar de la toma del Reichstag por el ejército soviético en 1945, en que un soldado que porta una bandera lleva en el original dos relojes pero en la foto oficial acaba con uno para evitar que se detecte que las tropas hicieron pillaje".

Con la aparición de Photoshop a principios de los 90, las técnicas de manipulación se han puesto al alcance de cualquier usuario medio de Internet. Y Fernando Pérez estableció diversos supuestos o razones para emplearlo, mostrando imágenes que respaldaban tal afirmación. La primera de las que dio fue crear una escena que nunca tuvo lugar como en el famoso caso de los misiles iraníes, que la agencia oficial de ese país manipuló para que no se viera que uno de ellos, y solo había cuatro, había fallado en su lanzamiento.

La segunda razón, para añadir dramatismo a las escenas, bien para fines propagandísticos (el presidente Mubarak conduciendo a otros jefes de Estado cuando estaba detrás de ellos) o, por lo contrario: para dañar la imagen pública de un político, como esa foro de Bush leyendo un libro al revés; o para no dañarla, como el michelín que París Match borró del cuerpo en traje de baño de Sarkozy. Y más razones, como las morales o religiosas (eliminación de mujeres en la foto en un periódico israelí), ganar concurso, construir una reputación científica... "El sueño de Photoshop produce monstruos cuando se acaba abusando de esta técnica -dijo- y aparecen desde cinturas imposibles a manos de seis dedos o cuellos de jirafa. En esos anuncios de moda se crean modelos humanos falsos que originan problemas de emulación , depresión... conocidos en la audiencia".

Dijo Pérez que "ya empezamos a ver programas de manipulación de vídeo, que podrían incluso hacer perder su validez como prueba documental. Aún no hay técnicas que permitan garantizar la seguridad de las cámaras y en eso trabajamos el Grupo de Procesado de Señal de Comunicaciones de la Universidad de Vigo".

"Buscamos métodos para la detección"

Científico, tecnólogo, emprendedor, eficaz gestor, profesor... y con un buen sentido del humor. Las palabras con las que Docampo presentó a Fernando Pérez, un vigués que trabaja desde Vigo para el ámbito internacional, le mostraban como uno de esos puntales en que la Universidad de Vigo quiere basar su excelencia. En este caso, como el investigador gallego con mayor número de citas científicas a su trabajo, socio fundador de 6 empresas TIC, director del Centro Tecnológico de Comunicaciones de Galicia...

¿Se pueden detectar las manipulaciones? Según Pérez, dependiendo de la habilidad de la persona que ha hecho la manipulación es posible en algunas ocasiones analizar escenas y concluir la presencia de inconsistencias. Por ejemplo, la orientación de las sombras, los ojos (patrones de reflexión especular)... "Pero es más interesante -afirmó- la detección de manipulaciones recurriendo a lo que el ojo no ve pero identificable con técnicas informáticas."

El grupo de Vigo

El desarrollo de algoritmos para la detección automáticas de manipulaciones constituye la base del proyecto europeo Rewind, en que el Grupo de Procesado de Señal en Comunicaciones de la Universidad de Vigo está participando". El investigador habló y citó casos para mostrar que la sociedad y los mismos medios de comunicación están comenzando a mostrar gran preocupación por el abuso de Photoshop, a veces ellos mismos engañados por sus propios fotógrafos. "En varios países están surgiendo iniciativas para impulsar leyes contra este abuso, aunque no haya aún ninguna".