Parece que la sala Joy Eslava huele a ría. En la pantalla rompen las olas de un mar calmo con un atardecer de fondo en las Cíes. Y en la mesa se asoma el primer pincho: sardina ahumada con tomate y maíz. La iniciativa "@Una noche de Vigo en Madrid" arrancó puntual y, según lo descrito, con tintes de paraíso y a media luz en la céntrica sala, en la madrileña calle Arenal. Enseñar el tipo de la ciudad a Madrid –y al mundo– era el objetivo. Entre las caras conocidas apuraron su llegada el senador del PNV, Iñaki Anasagasti o la periodista María Antonia Iglesias y más tarde, Jaime Martínez Bordiu. Muchas presencias del mundo de la comunicación y representantes de instituciones de Vigo. También, de la Agencia española de Cooperación Internacional, Ana Mohedano; Marcos Andrade, del Consejo de Europa. Ya a la entrada, junto al photocall de Vigo, varios diseños con los colores de la bandera y el Celta, creados por Jandro Villa, ante un diseño gráfico de la ciudad, obra Nano 4818 que definió como "psicodelia de color".

La materia prima es Vigo y los creadores de esa "lata" de esencias son Zinquin Visuals, responsables de los vídeos y proyecciones y el chef vigués, con una estrella Michelín en el restaurante Maruja Limón, Rafael Centeno y sus ayudantes, que cocinaron todo el sabor de la ría en cinco pequeños bocados. Así comenzaron los actos a las 19.30 horas.

El alcalde, Abel Caballero, propone en uno de los vídeos promocionales –además de la noche viguesa– disfrutar de su antítesis: vivir un amanecer desde el monte Alba. "Todos los años, miles de personas llegan a Vigo por tierra, mar y aire y a todos les decimos lo mismo: Bienvenidos". Los vídeos enlazan testimonios anónimos que explican sus impresiones sobre "la ciudad más cosmopolita de Galicia", según el conductor de la gala, Fran Rodríguez.

En la mesa, siguieron pinchos de mejillones con crema de patatas, ceviche de pescadillos de la ría, tartaleta de ternera gallega con queso de Arzúa y chupito dulce de crema de tetilla con nueces.