"Hay marcas que deberían tener más honestidad con el cliente. Eso es lo quehace que una marca perdure en el tiempo", reflexiona Sara Coleman. A continuación, explica su tesis que ayuda a comprender en parte lo que acontece hoy en día en el mundo de la moda.

"Hay marcas que tenían un nombre muy fuerte y con el fin de ahorrar costes y aumentar el margen de beneficios lo que hicieron fue cargarse la firma por ganar más dinero y eso es lo que nunca se puede hacer. Se han cargado una dinámica y una firma que costó muchos años posicionar", añade.

Ni Coleman ni algunos diseñadores emergentes gallegos defienden que se trasladasen producciones fuera de España manteniendo una política de subida de precios finales.

"Si la gente sabe que le estás vendiendo una prenda lo triple de cara pero con la misma producción y calidad que Inditex, el cliente no es tonto y no lo paga, por eso, esa empresa resulta perjudicada. No pensaron bien lo que le convenía para su negocio. Claro está que cada uno intenta hacerlo lo mejor que puede", señala, una mujer que no solo piensa en Madrid, sino también en Copenague y China.

La feria de moda de la capital danesa coincide con la Fashion Week madrileña. Sin embargo, eso no le impedirá estar presente en las dos. En la española, desfila: en la escandinava, tendrá un showroom para mostrar su colección. Su idea es hacer acto de presencia en Dinamarca y después ir subiendo hacia el resto de Escandinavia. Está segura de que ese es mercado para su firma, al igual que Asia y Rusia.

"Estamos vendiendo en China a través de un portal exclusivo de venta on line y tenemos previsto un desfile. Ya estaba pensado para el año pasado y aún no hemos cerrado la fecha porque el Gobierno chino es muy cuidadoso. Va con lentitud pero esperamos en febrero o marzo estar desfilando allí", adelanta.

Al preguntarle por esta fiebre china de los creadores gallegos (Roberto Verino, Kina Fernández y María Barros también miran hacia la Gran Muralla), rescata una conversación con un amigo. "Tengo un amigo que me dice que estoy loca. Me dice: ´Tú quieres hacer lo contrario de todo el mundo. Vender a los chinos produciendo en Galicia´. Pues sí, eso es lo que quiero y si lo conseguimos, ya brindaremos. Es una apuesta en este momento".

La oferta de Coleman puede encajar en mercados con mentes más abiertas a la innovación, lejos del clasicismo. Su marca se caracteriza por patrones libres, orientales, volumen, identidad propia. Todo ello lo sigue atesorando aunque reconoce que para abrir mercado ha decidido ser más comercial. Toda una sorpresa.

"La colección que presento este fin de semana en la Mercedes Benz Fashion Week (a Coleman, le encanta el nombre proque asegura que "nadie conocía fuera de España Cibeles) es bastante sencilla en volúmenes y también la más comercial hecha hasta ahora así como la más sofisticada, sobre todo debido a los materiales plateados y la lana virgen mate. La combinación de los dos queda muy bien".

En Sara Coleman, no hay miedo. "El miedo paraliza", explica. Y ella es una mujer para quien el movimiento es vida, necesidad y moda.