Una obra de arte es algo único e irrepetible pero, gracias a la serigrafía artística, puede multiplicarse manteniendo su originalidad. El artista cubano afincado en Vigo Nelson Villalobos creó hace ya casi diez años el único taller de serigrafía artística especializado en obras de arte y proyectos artísticos de Galicia. Su fama ha cruzado fronteras y reclaman sus trabajos desde toda España y hasta China y Miami.

Por sus manos han pasado obras de grandes artistas como Leopoldo Novoa, Luis Feito, José Bedia, Rafael Canogar, Lorenzo Macías, Antón Goyanes, Antón Pulido, Eduardo Naranjo, Manolo Dimas y Xaime Quesada. Ahora, una selección de ellas se expone en el espacio "Detrás do Marco", en Vigo, un bar que funciona además como plataforma artística tanto para exposiciones de arte como para conciertos y otras actividades y que aspira a convertirse en lugar de encuentro de artistas e intelectuales de la ciudad.

"El serigrafista es un traductor de la obra: nuestro objetivo no es realizar una copia exacta, para eso está la fotografía, sino ser fieles al espíritu de la obra e interpretarla correctamente", explica Villalobos. En ocasiones, los artistas intervienen directamente en cada obra impresa, para darle un toque personal, pero, advierte el serigrafista, "debe de tener total confianza en nuestro trabajo"

El arte de la serigrafía es una técnica totalmente artesanal. "El sistema es muy antiguo y no ha cambiado a lo largo del tiempo, lo que ha evolucionado, y muchísimo, son las máquinas ,que nos permiten hacer ahora nuevas trasparencias y aguadas para conseguir que la pieza no sea plana y tenga mucha más riqueza", describe el artista.

Las serigrafías no deben superar los cien ejemplares y todas ellas van firmados y numeradas por el artista. Además, en el dorso llevan el cuño identificador del taller donde se realizó la edición. "Después del trabajo se rompen los fotolitos o la plancha, lo que asegura que no se repetirán", explica el serigrafista.

La serigrafía se convierte así en una opción muy buena para los coleccionistas, "especialmente para los jóvenes, ya que es una inversión segura y económicamente más asequible", reflexiona.

Villalobos fue el fundador, junto con otros artistas, del mítico taller de serigrafía "René Portocarrero I", en Ciudad de La Habana en 1984 que abrió una segunda sede en Barcelona. Desde 2002 trabaja en su taller en Vigo y, además, es profesor de serigrafía artística de la Escuela de Artes y Oficios de Vigo, donde lleva años formando a futuros impresores.