Antes de que ocurra, antes de levantar la mano a su pareja, algunos hombres, conscientes de su carácter violento, prefieren adoptar medidas preventivas, en muchos casos animados por su propia pareja. Desde que existe el programa "Abramos o círculo", una iniciativa de la Xunta y del Colexio Oficial de Psicólogos de Galicia creada en 2002, medio millar de varones ha pasado por una terapia para poder controlarse. Solo durante el primer semestre de este año, se apuntaron 54 –de ellos, 29 de Pontevedra y 23 de A Coruña–, una cifra que multiplica por cinco la registrada durante el mismo período del año pasado, 11, y solo algo inferior a los 64 que se contabilizaron en todo 2010, informa la Xunta.

Cuando ya no hay remedio, la atención psicológica también es bienvenida para ellas y los menores o dependientes a su cargo. La secretaria xeral de Igualdade, Marta González, que ofreció ayer el balance de la violencia de género en Galicia durante el primer semestre, explicó que 285 personas participaron en este programa, sobre todo mujeres maltratadas –199– y menores –72–.

Una parte de las víctimas –en concreto, 70 mujeres y 60 menores durante el primer semestre– recurre al refugio que suponen las casas de acogida, aunque en ninguna de las existentes en Galicia cubrieron todas las plazas. La más solicitada fue la de Ourense, que registró una ocupación, con 13 mujeres y 19 menores, del 97%, y después el Centro de Emerxencias de Vigo, que cubrió el 80% de las plazas al dar cobijo a 24 mujeres y 12 niños.

La cifra de medidas de protección –en prácticamente todos los casos prohibiciones de comunicación y de aproximación– dictadas por los juzgados gallegos desde enero a junio para mujeres víctimas de la violencia de género ascendió a 637, lo que supone una ligera disminución –de un 4,64%– con respecto al mismo período de 2010, un hecho que la secretaria xeral de Igualdade atribuyó, en parte, a la crisis, que provoca que algunas mujeres, dependientes económicamente de su pareja, se lo piensen más a la hora de denunciar. Para González, las víctimas deben "denunciar siempre" porque existen mecanismos de ayudas.

Por eso otro de los capítulos en los que hace énfasis tanto la Xunta como el Gobierno central son las ayudas económicas a este colectivo, complementadas con otras de incorporación al trabajo y de acceso a la vivienda. Respecto a las ayudas anuales, que oscilan entre 300 y 800 euros, las percibieron 154 mujeres –en 2010 fueron 141–, en su mayoría –66 casos– de Pontevedra, seguidas por las de A Coruña, con 48, Ourense, con 23, y Lugo, con 17. Las que recibieron el denominado pago único, para el que deben acreditar insuficiencia de recursos y especiales dificultades para encontrar trabajo, fueron catorce, la mitad de ellas también en Pontevedra.

Del programa de inserción laboral se beneficiaron 145 mujeres en Galicia. Otra vez Pontevedra registró la mayoría de los casos, casi la mitad –65–, seguida de A Coruña, con 43, Ourense con 20 y Lugo con 17. Respecto al programa de acceso a vivienda, recibieron informes de la Secretaría Xeral de Igualdade, para facilitar la posibilidad de un alquiler, 148 mujeres, 69 de Pontevedra, 51 de A Coruña, 20 de Lugo y 8 de Ourense.

La secretaria xeral de Igualdade atribuyó el elevado número de casos que se registra en esta provincia en prácticamente todos los ámbitos a su mayor "dinamismo demográfico", "densidad de población" y a que, en general, en ella se "evidencia más fenómenos de conflictividad desde el punto de vista social", además de que cuenta, añadió, con más inmigrantes. De hecho, aseguró que en 2010, de las 369 mujeres que cobraron las ayudas mensuales, un 16,7% eran extranjeras, sobre todo portuguesas, y de Sudamérica y del Este de Europa.

González recordó que durante este año ya falleció una mujer a causa de la violencia de género. En toda España fueron 34.