No solo el cine se sirve del 3D. También la Catedral de Santiago fue escenario del uso de esta tecnología, que permitió asistir a la reconstrucción de los 800 años de vida del templo en la celebración del Día de Galicia con un espectáculo de sonido, música y pirotecnia que abrió la gran fiesta de la comunidad.

La celebración giró alrededor de dos términos: mapping y warping. Se trata de la tecnología usada para dar sensación de volumen y movimiento a las imágenes proyectadas desde las 23.30 horas hasta la medianoche sobre la catedral y con las que los miles de asistentes pudieron comprobar la transformación del templo desde sus inicios, con una representación de su fachada románica y su evolución hasta la barroca actual. Uno de los momentos más impactantes, sin embargo, fue el vuelo de un dragón rojo incendiando la catedral con sus llamaradas.

Dieciséis proyectores fueron los encargados de crear esta ensoñación con la que rendir homenaje a un templo simbólico no sólo para Galicia sino también para el resto de Europa como culminación de una de las peregrinaciones más importantes de todo el mundo.

En la celebración, sin embargo, se echó en falta la tradicional quema de la fachada gótica, decisión que se justificó en la necesidad de recortar al máximo los gastos, a pesar de que el presupuesto de la celebración acendió a 410.000 euros, 50.000 más que en el Xacobeo. La organización, en manos del ayuntamiento, alegó que la quema lo habría disparado aún más

Los que no faltaron a su cita fueron los tradicionales fuegos artificiales, que este año fueron modificados ligeramente para que llegasen a más altura y así ser contemplados desde más distancia al centro compostelano.

Seguridad policial

La seguridad también estuvo presente en la celebración, pues ya antes del inicio del espectáculo no se pudo acceder con mochilas a la praza do Obradoiro. De hecho, los continuos vuelos de helicópteros sobre la ciudad, así como los controles policiales en los accesos, recordaron durante todo el día a los visitantes la presencia policial, especialmente después de la desaparición del Códice Calixtino. El templo conmemoró el día grande de su 800 aniversario sin la joya de la corona de sus tesoros bibliográficos.