El agujero de la "Pedra da Campá" de las Islas Cíes, que asemeja una ventana abierta al Atlántico inspiró "A chave da Atlántida", novela con la que Anxo Fariña ha ganado el Premio Merlín de Literatura Infantil. Y es que Fariña está constantemente creando, aunque no se encuentre delante del ordenador. La frase de un niño, un detalle en el paisaje, un gesto... cualquier cosa puede captar su atención y poner en marcha la maquinaria imaginativa de este escritor e ilustrador vigués.

–"A chave da Atlántida" recupera el mito del continente perdido. Pero, ¿cómo surge la historia?

–Surge durante una visita a las Islas Cíes. No es que las desconociera, pero ese día en concreto no había casi nadie y subí a la "Pedra da campá", que tiene un enorme agujero, como un portal mirando al Atlántico, me pregunté dónde podría llevarme si realmente fuera una puerta. Así surgió la idea.

–A pesar de la variedad de géneros en la literatura infantil, el de la ciencia ficción no es uno de los más usuales...

–Es cierto que la ciencia ficción es un género poco frecuente para niños, y parece raro porque a los chavales les encanta. El género me gustó para rescatar un mito clásico como el de la Atlántida, aunque la historia tenga una base real.

–¿Qué aporta a la literatura que ya hay sobre este mito?

–Es la mezcla de dos búsquedas. La primera, la de la Atlántida, que acaba relacionada con las Cíes; y la segunda, la búsqueda personal del protagonista, un adolescente de 12 años, A-Cero, un ser artificial. Como a todos nos ha pasado a su edad, se pregunta cuál es el papel en el mundo, hacia dónde va, y por qué, habiendo millones de personas en el mundo, alguien ha creado un ser biosintético.

–Los niños son grandes lectores, pero muchos se pierden en el camino, ¿por qué?

–Sí, es algo curioso porque son ávidos lectores y muy críticos, saben muy bien lo que les gusta. Supongo que la vida que llevamos, con tantas prisas, hace que dejemos un poco de lado la lectura, y que no encuentras ese libro que nos apetece leer a pesar de la gran oferta.

–¿Son críticos temibles?

–No sé si temibles, pero presto más atención a sus críticas y sugerencias que a las del lector adulto. Aunque hay bastantes adultos que se confiesan fans de mis historias, lo que me sorprende muy gratamente, siempre escribo pensando en los chavales. Además de escribir e ilustrar mis libros, me dedico a la promoción de la lectura y tengo una web donde opinan sobre mis libros o me dicen qué historia les gustaría leer. Tomo nota de todo. Sus críticas y opiniones son enriquecedoras.–"A chave da Atlántida" habla de tecnología y de la explotación de los recursos. ¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir?

–Tiene varios, pero no son muy aleccionadores porque no me gusta hacer lección moral cuando escribo. La literatura es para divertirse y seguir investigando si quieres saber más. Cuando surge la posibilidad de que exista la Antártida, aparecen varios personajes que la buscan por distintas razones: una multinacional a la que le interesa el descubrimiento para subir en el mercado; otro por interés de su ego, por ser el primer descubridor; otro por la riqueza que le puede dar el hallazgo... Esa es la idea que plantea: Por qué la busca cada uno y a qué estaría dispuesto a sacrificar por encontrarla.

–Y el Merlín, ¿qué supone?

–Significó muchísimo porque aunque tengo muchos libros publicados, es mi primer premio. Es algo que me da energía para seguir escribiendo y mejorando.