La alimentación es la medicina más potente contra las enfermedades y sobre todo para prevenirlas, y en este sentido está orientada la dieta coherente, que se asienta en tres pilares: una dieta equilibrada, ejercicio físico para tonificar los músculos y técnicas de relajación. En "Activa tu metabolismo con tu dieta coherente" (Ediciones Cydonia), la nutricionista viguesa propone una serie de pautas para poner a punto cuerpo y mente.

–¿Qué tiene la dieta coherente que no tenga otras?

–La dieta coherente no sólo propone unas pautas para mantener el peso ideal o ayudar a combatir problemas como la diabetes, el colesterol o la hipertensión; incluye también ejercicios de tonificación muscular y técnicas de relajación. En este libro, además de 150 recetas, doy una serie de consejos para hacer frente al estrés, un problema que está demostrado científicamente que contribuye al aumento de peso; y varios tests para chequear nuestra salud y curas muy sencillas, de doce o quince días, para cada problema: hiperacidez, estrés crónico, estrés oxidativo, hipotiroidismo...

–¿Por qué fallan las dietas?

–Porque están basadas en una pérdida rápida de peso y no modifican los hábitos de vida. Suelen ser dietas hipocalóricas, por lo que potencian que el metabolismo sea más lento, por lo que al abandonarlas se produce el efecto "yo-yo": se engorda más de lo que se ha perdido porque el cuerpo, ante una dieta baja en calorías, reduce la velocidad del metabolismo para no gastar y garantizar la supervivencia, por lo que al aumentar las calorías, se engorda más. Las dietas van por modas. Este año se habla del método Duncan, una dieta hiperproteica que puede provocar el envejecimiento prematuro, por fuera pero también de las estructuras celulares. Se puede hacer como algo puntual, un mes, pero nada más. Para adelgazar no hay que tener prisa. El problema es que vivimos en la sociedad de la inmediata; lo queremos todo para hoy.

–Da la impresión de que cada vez nos alimentamos peor...

–Lamentablemente, se está perdiendo la gastronomía y cada vez comemos más comida preconizada. La alimentación es una asignatura pendiente en la escuela, cuando la alimentación es la medicina más potente y de más fácil acceso que tenemos.