El legado artístico y etnográfico de los pobladores prehistóricos de Galicia tiene el futuro garantizado. Ni la erosión de las rocas a lo largo de los milenios ni las imprudencias del hombre podrán acabar ya con los yacimientos de la comunidad. El Instituto de Estudos Miñoranos (IEM), el Instituto de Cerámica de Galicia (ICG) y la Fundación ITMA (Instituto de Materiales de Asturias) desarrollan un proyecto innovador que convertirá a los petroglifos de la comarca pontevedresa del Val Miñor en los primeros del mundo con reproducciones exactas en tres dimensiones. Utilizarán un sistema pionero de escaneado con láser que permitirá realizar moldes para reproducir cada grabado con la mayor precisión. Los archivos digitales garantizan la protección de los hallazgos e incluso favorecen estudios más pormenorizados sobre las inscripciones líticas.

El director del IEM, Carlos Méixome, acompañado de los arqueólogos del colectivo Xosé Lois Vilar, Xilberte Manso y Eduardo Méndez, del director del ICG, Francisco Guitián, y el investigador Víctor Valcárcel, presentaron ayer el proyecto "Catalogación e dixitalización de petróglifos do Val Miñor e realización de modelos dos mesmos en xeopolímeros e cerámicas de arxila cocida". El estudio comenzará por una docena de yacimientos, los más importantes de la comarca: Auga da Laxe (Gondomar), Outeiro dos Lameiros (Sabarís), Monte Tetón (Tomiño), entre otros.

Después de lograr los permisos de las comunidades de montes titulares de los hallazgos seleccionados, técnicos del ITMA acudirán a la zona para escanear las rocas sin contacto físico con la piedra. Hasta el momento, las reproducciones se realizaban a través de calcos. El proceso constituía un cúmulo de imprecisiones. Inicialmente, se rellenaban las inscripciones con una mezcla de talco y agua para después colocar plásticos transparentes encima y dibujar los trazos. Las fotografías en tres dimensiones recogen todo aquello que pueda escapar al ojo de los investigadores, por lo que abre "unha nova etapa e un avance importantísimo desde o punto de vista histórico", recalcan.

Las aplicaciones prácticas de la investigación serán infinitas. Además de la utilidad de los elementos gráficos para los archivos culturales o el montaje de museos que muestren en una sala aquello que hasta ahora solo se podía observar en una excursión al monte, Guitián destaca el valor comercial, ya que con las imágenes obtenidas "pueden realizarse ladrillos para reproducir petroglifos en una pared, moldes para aplicarlos en joyas, placas, logotipos, toda clase de merchandising...".