Luis Torras cumple 98 años trabajando en un cuadro de dos metros
El decano de los artistas vigueses plasma en el lienzo su visión sobre la crucifixión de Cristo
ágatha de santos - Vigo
A sus 98 años, que cumplió ayer Luis Torras continúa levantándose casi con el día para encerrarse en su estudio, donde continúa pintando todos los días mientras la luz natural se lo permite. "Estoy encantado de cumplir 98 años y seguir creando", asegura. Y es que el decano de los artistas vigueses, que confiesa que no concibe su existencia sin sus pinceles y sus lienzos, entiende que el oficio de pintor requiere dedicación y constancia plenas.
"Nos levantamos a las siete y media (su mujer, María Jesús, y él), desayuno y leo FARO. Después bajo al taller, donde estoy hasta la una y media, que es cuando comemos. Luego descanso un poco para coger fuerzas, aunque no duermo porque no soy capaz, y vuelvo al tajo hasta las seis o seis y media de la tarde", relata.
Su estudio, situado en la casa familiar, es un espacio lleno de luz natural, pulcramente ordenado, lleno de lienzos y donde cada pincel, cada bote de pigmento, cada tubo de óleo ocupan su lugar. "Está un poco sucio –se disculpa–, pero sí, intento que esté más o menos ordenado, cosa que no siempre es posible".
Una de las obras en las que trabaja actualmente es un retrato de cuerpo entero de Cristo crucificado, un cuadro que mide dos metros de alto por uno y medio de ancho. "Un formato que para un artista de mi edad no está nada mal", comenta, orgulloso.
Pero su tamaño no es lo único que impresiona de esta obra. El cuadro, que aún no tiene título, muestra a Jesús en la cruz, ensangrentado –"¿Impresiona, verdad?", pregunta el artista frente al lienzo– y con los clavos en sus muñecas. "Está hecho con rigor histórico, según las investigaciones científicas, que demuestran que los clavos no fueron clavados en las manos, sino en las muñecas", explica su autor.
Su mujer, a su lado, aporta su opinión sobre el retrato: "A mí me recuerda mucho al Cristo de la Sangre".
Asegura que uno de los alicientes que le mantiene delante del lienzo es saber que aún tiene cosas que aprender. "Hasta con lo antiguo se pueden inventar cosas", asegura. Y es que para él, la pintura es un constante descubrimiento, apoyado en la experiencia.
Torras nunca ha buscado el protagonismo ni la riqueza; para él, pintar es simplemente una necesidad vital. "Necesito crear", confiesa el pintor, que tampoco se desprende tan fácilmente de sus cuadros. "He tenido muchas ocasiones para vender, pero como soy austero y no necesito grandes lujos, les pongo unos precios elevados para que no me los compren. Sólo vendo si sé que la persona está realmente interesada en una obra", reconoce.
Torras, uno de los creadores incluidos en la exposición colectiva "Quiñones de León. Una nueva pinacoteca para Galicia" que muestra en la Casa das Artes algunas de las grandes obras del museo municipal, es tan exigente con su obra que cuando no está satisfecho con el resultado, la quema. "El arte, sea como sea, tiene que ser bueno, sino no vale, no es arte", sostiene, rotundo.
En su opinión, el mundo actual del arte se mueve por modas, excluyendo aquellos estilos que no están en boga, una postura que califica de "errónea". "Hoy, para ciertos señores, los pintores figurativos como yo no existimos", se lamenta.
El resultado de dejarse guiar por las tendencias en vigor es un panorama artístico a veces "desquiciado", que acoge expresiones difícilmente calificables, en su opinión, de artísticas. "Hay un artista italiano, Piero Manzoni, que no es malo, que no se me malinterprete, pero la cosa es que ha vendido una obra, Merda d´artista, que son unas latas con caca. Me intriga saber si estaba el notario cuando la envasó", comenta, en tono jocoso.
La Casa das Artes, que alberga una exposición permanente del artista, le dedicó una antológica en abril de 2008, con medio centenar de lienzos de su colección personal. Es la última muestra individual de Torras. "El 99 es un número muy bonito para hacer algo", sugiere el artista. Ayer día de su aniversario, asegura que, como todos los días, se levantará temprano y volverá a bajar a su estudio, a pintar.
"El mío es un trabajo, como tantos otros, constante y nada más. Hay que estar al tajo. y sólo espero cumplir los 99 y seguir creando", confiesa.
- Una familia de Taboada denuncia la desaparición de su hijo de 18 años, que se despidió en las redes
- Despedida de una panadería de Vigo por sisar monedas de las ventas
- Bruno Vila se despide de sus compañeros de los Mozos de Arousa: «Cerrando etapas»
- Renfe cambiará los trenes del Eje Atlántico por otros más lentos y con menos asientos
- Vigo inaugura la Praza da Policía Nacional
- El Sergas detecta que el 67% de bajas no están justificadas
- Ryanair, un vuelo desviado a Oporto y el coste del alcohol
- Antolín, 88 años y seis décadas al volante: «En el psicotécnico me dicen que si sigo como hasta ahora me dan el carné hasta los 100»