En medio de una fina lluvia y rodeados de piedras con siglos de historia, Martin Sheen y Emilio Estévez acudieron ayer en Santiago al estreno de "The Way" dispuestos a convencer a todos los gallegos de que dos norteamericanos pueden convertir en película uno de sus patrimonios más internacionales: el Camino. La ciudad donde la lluvia es arte se puso de gala para la ocasión y les brindó el mejor telón de fondo que pudiera imaginar cualquier guionista de Hollywood. "¿Has visto el agua de Santiago? Perfecto, ¿eh?", proclamó orgulloso Alberto Núñez Feijóo nada más estrecharle la mano a un Martin Sheen que trataba de disimular con una perenne sonrisa su escaso dominio del castellano.

Padre e hijo ejercieron con naturalidad y simpatía de estrellas en el photocall improvisado a las puertas del Teatro Principal, que minutos después acogió la presentación en primicia de la película. Nadie quería perderse la oportunidad de fotografiarse con los artífices de "The Way", una película hecha en Galicia pero al más puro estilo hollywodiense y que puede presumir de ser el primer filme que logra rodar imágenes dentro de la catedral.

El conselleiro de Cultura, Roberto Varela, que definió "The Way" por la mañana como "la gran película del xacobeo", ejerció de anfitrión y en ocasiones de traductor ante Martin Sheen y Emilio Estévez, aunque fueron muchos, sobre todo políticos, los que desfilaron por la alfombra roja del principal para saludar a las estrellas. La presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, el alcalde de Lalín, Xosé Crespo, el gerente del Xacobeo, Nacho Santos o la directora xeral de Turismo, Carmen Pardo, fueron algunos de los políticos invitados al pase privado de la película.

Pero también personajes como el presentador y físico Jorge Mira, los actores Ernesto Chao o Mela Casal, algunos de los componentes de Berrogüeto (autores de dos de las canciones de la banda sonora de la película) y hasta el Arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y el deán de la catedral, José María Díaz, figuraban entre los invitados a la premiere, a la que intentaron colarse incluso cuatro espontáneos que, haciéndose pasar por miembros del equipo del film, acabaron posando ante la hilera de fotógrafos apostados en la alfombra roja.

El presidente de la Xunta fue el último en llegar al Principal, donde las dos estrellas seguían haciéndose fotos y regalando sonrisas tanto a invitados como a las decenas de personas y periodistas que se arremolinaban junto a la zona de photocall. Para todos hubo un minuto de atención y en la ronda de minientrevistas con la prensa, padre e hijo se atrevieron a chapurrear espontáneos saludos en castellano y hasta alguna frase en gallego, como el "Bo camino" que le espetó Estévez a una periodista.

Tras las fotos y con casi media hora de retraso, actores, productores y políticos entraron en el Teatro Principal para asistir al primer visionado de "The Way". El resto de los mortales tendrá que esperar hasta el 19 de noviembre, fecha en la que se estrenará en 150 cines de toda España aunque también está previsto comercializarla en EE UU.

"Ejemplifica el Camino físico y exterior, pero sobre todo, el Camino de transformación interior", destacó Varela, que confió en que esta cinta sirva para difundir el Camino de Santiago fuera de Galicia.

Por su parte, el productor gallego Julio Rodríguez afirmó que "The Way" se estrenará de forma oficial en 150 cines españoles el día 19 de noviembre. Además, prevén llevar el filme también a los cines de Estados Unidos y que tenga presencia en "absolutamente todo el mundo" en consonancia con su guión, que ha considerado "universal".

Tanto el productor como el director se mostraron muy satisfechos por la acogida que la película está teniendo en EE UU, sobre todo entre los jóvenes, según los test realizados en cada ciudad, en los que participaron entre 300 y 400 personas

"Esta película es una carga de amor dirigida a España", comentó Emilio Estévez, que, al igual que su padre, Martin Sheen, que confesó que esta película cumple "un sueño de toda su vida" y se mostró contento de "volver a casa" –en referencia a Galicia–. Al mismo tiempo, resaltó lo "emocionante" de volver tras un año "al punto de partida" y "ver el proyecto concluido" con "satisfacción".

Emilio Estévez, que agradeció poder trabajar con su padre, consideró "una bendición" el haber hecho este film en el que ha habido "una serie de milagros" para conseguir su conclusión, sobre todo "el haber encontrado a la gente adecuada en el momento adecuado y para hacer la cosa adecuada", comentó.

Finalmente, Martin Sheen y Emilio Estévez expresaron su deseo, después de la experiencia de rodar en Galicia, de "volver" a la Comunidad a realizar otro proyecto y poder hacer completo el Camino de Santiago.