Al margen del placer, el sexo es para María Pérez “una forma privilegiada de comunicación”. Un tema al que desde las administraciones se debería prestar, en su opinión, más atención.

-¿Por qué es importante celebrar un congreso de sexología y educación sexual?

-Porque es importante promocionar la salud sexual y los derechos en este terreno. Solo nos damos cuenta de la importancia que tiene el sexo cuando sufrimos un problema, pero no asumimos que la sexualidad es una extensión de nuestra persona. Somos seres sexuales desde que nacemos hasta que morimos, y el sexo es una forma privilegiada de comunicación, de explorar sensaciones. De esta forma, el orgasmo es una experiencia gozosa que tiene que ser reivindicada.

-¿Cree que por parte de las mujeres se ha asumido por completo este mensaje?

-Sigue pesando la represión sexual que siempre ha habido sobre las mujeres a quienes se les ha considerado unas frescas si se atrevían a hablar sobre estos temas. Pero si no existen este tipo de represiones, el interés por el sexo se da tanto en hombres como en mujeres.

-Amor y sexo, ¿siempre deben ir de la mano?

-No necesariamente, siempre que los contratos estén claros. Dos personas, responsables de su sexualidad, pueden compartir únicamente sexo sin ningún problema y sin necesidad de tener un compromiso de por vida. Lo malo es cuando hay engaño y se seduce a una persona diciéndole que le quieres cuando no es cierto.

-¿Cree que la sanidad pública debería prestar más atención a estos temas?

-Absolutamente. La obligación de la sanidad pública debe ser invertir en educación sexual y no considerarlo como un gasto. La salud sexual es un beneficio social y económico. No solo se previenen embarazos no deseados, me atrevería a decir que una buena salud sexual incluso contribuye a que descienda el número de divorcios.