A través de casi ochenta fotografías, la exposición "Os anos escuros" se podrá visitar hasta el próximo 10 de octubre en la Casa das Artes. La muestra se conforma como testigo del tiempo que abarca desde el golpe de Estado producido en el verano de 1936 hasta 1950, año en el que ya se construía el que, en un futuro, se denominaría Hospital Xeral.

Como impulsora de la exposición, la Concellería de Cultura, que realiza una labor de puesta en valor del legado del Arquivo Pacheco para mostrárselo a la ciudadanía. Los vecinos, a partir del próximo año, disfrutarán de la colección, en el Centro Galego da Fotografía en el Casco Vello, recordó el edil de Cultura, Xesús López, en la inauguración ayer de la muestra.

La exposición "Os anos escuros" toma el testigo de dos anteriores, "Mulleres" y "Marcas de luz" (2006). La exposición ofrece la visión del Estudio Pacheco como la crónica de un tiempo vivido desde la única perspectiva posible, la de los vencedores. La inmensa mayoría de las imágenes que aparecen se concentran en las primeras dos décadas de existencia del régimen de Franco. Atendiendo a las limitaciones inherentes al medio fotográfico, son, no obstante, en muchas ocasiones, suficientemente explícitas para componer las líneas básicas del paisaje social que comenzó a crecer como consecuencia de la caída del régimen republicano en la ciudad.

"Sin motivo"

Preguntado por la elección del tema, el comisario de la muestra, Vítor Vaqueiro, explicó que "escollimos este tema como na anterior o dedicamos ás mulleres e na vindeira mostra ó mar; por ningún motivo concreto".

Uno de los habitantes de ese tiempo pasado, de esos años oscuros, fue Alberto de Sousa Pacheco, hijo del autor de las fotografías de la exposición, Xaime Pacheco. El hombre acudió ayer también a la inauguración de la muestra. Allí, descansando sus 87 años sobre su bastón y una silla aseguraba a este diario que "todo lo que sea conservar este archivo es bueno, el archivo es algo tan valioso...".

Alberto Pacheco aprovechó para viajar a través del espejo a una fecha, el año 1936, cuando contaba con 14 años de edad. "Me salvé de ir a la guerra por un año", comentaba ayer con la tranquilidad que da ver el pasado desde un presente tranquilo.

En su mente lúcida, este vástago de la familia Pacheco aún recuerda su trabajo en el estudio de su padre. "Lo que realmente daba dinero eran las fotografías de encargo, los retratos. Los trabajos para los periódicos estaban bien, pero lo que nos daba de comer era lo otro", explicaba ayer risueño y agradecido.

Esvásticas

A su alrededor, como un halo del pasado tremendamente nítido a pesar de haber transcurrido ya setenta años, casi 80 imágenes de historia. "Este é –explicaba el comisario– un conxunto fotográfico que demostra como o golpe militar vai impregnando a sociedade". Esvásticas, brazos alzados al frente por parte de jóvenes e incluso niños en un estudio fotográfico, insignias de Viva España por doquier lo certifican en estas fotografías del maestro Pacheco.