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El vigués que inmortalizó la historia de México

Demetrio Bilbatúa nació en Vigo y documentó con su cámara la historia del país americano durante los últimos 50 años

alejandro cerqueira - Vigo

Tanta genialidad, tan cerca y tan anónima. Y es que la vida tiene cosas curiosas o directamente injustas. Un vigués de nacimiento y mexicano de corazón puede ser uno de los documentalistas más prolíficos de la historia y aquí no tener ni idea. Lo de nadie es profeta en su tierra, va a acabar resultando cierto.

Demetrio Bilbatúa nació en Vigo en el año 1935, como él mismo recuerda "en la calle Velázquez Moreno número 37". La Guerra Civil española le cogió en la cuna, y le arrebató a su padre y tíos, fusilados por su actividad socialista. Éste fue el triste germen de una alegre carrera.

Escapando de la miseria, los recuerdos funestos y el revanchismo la familia Bilbatúa saltó de Vigo a Coruña, de Coruña a Vigo de nuevo, y de aquí a México. Al país centroamericano llegó con diez años y allí su nombre se hizo grande y su legado legendario. No en vano, puede presumir de haber grabado "más de mil documentales en 35 mm.". Es tal la labor que deja tras de sí, que el periódico mexicano Excélsior le consideró "el documentalista más prolífico del mundo".

Documentalista

Los rollos de celuloide usados por Bilbatúa son testigo de más de 50 años de historia. Y a través de ellos se puede conocer México "desde el Yucatán hasta la Baja California. –explica el documentalista– En todos esos años conviví con los chamulas [tribu indígena que no se deja fotografiar] y les convencí de que la cámara no les robaba el alma. También filmé la Semana Santa de los Charrúas y el carnaval de los Coras".

Demetrio y sus focales vivieron los momentos más míticos e importantes de la historia reciente de México. "Documenté las Olimpiadas del 68, la visita del Papa Juan XXIII y Kennedy o el terremoto que asoló el país en el 85" recuerda el artista.

Además de bellos paisajes, culturas recónditas y hechos históricos, Demetrio también conoció a personajes singulares y míticos a lo largo de toda su carrera. Nombres como "Cantinflas, Clark Gable, Robert Stack [actor de la serie de televisión "Los Intocables"] o Luís Buñuel.

Precisamente con el director de cine español mantenía "unas discusiones que con los Martinis que se tomaba Buñuel eran de lo más agradables. –cuenta Bilbatúa– Él era amigo de mi hermano Ángel y no entendía que yo trabajase para el gobierno mexicano. Pero le respondía que para poder invitarle a comer a mi casa, tenía que hacer esos documentales".

Precisamente fue su hermano Ángel el que introdujo a Demetrio en el mundo de detrás de las cámaras. Por eso el centro cultural en el que se conserva toda la obra del documentalista recibió el nombre de "Hermanos Bilbatúa; por el amor y el respeto que le guardo y porque me introdujo en este mundo", describe el camarógrafo.

El estilo cinematográfico del vigués siempre fue un paso por delante. "El montaje que usaba yo 40 años atrás es el que se hace ahora. –explica Demetrio– Tengo un gran respeto por el ritmo. Hay escenas muy bonitas plásticamente, pero que rompen el ritmo. Procedo de la cámara y para mí el encuadre es fundamental, pero nunca dejo un plano más de diez segundos."

Demetrio recibirá un homenaje en México en la celebración del bicentenario de la independencia. Pese a que como él mismo afirma "ya entré en la época de recibir agasajos" aún se niega a bajar el telón profesional. Junto a sus hijos dirige una empresa de post-producción. Y también está preparando un documental en el que, recuperando años y años de grabación, hace un repaso a la historia del "último país mágico, como dijo Pablo Neruda", sentencia el vigués que con sus lentes fue testigo de una época.

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