Xosé Luís Mendez Ferrín ha sido elegido hoy nuevo presidente de la Real Academia Galega, en sustitución de Xosé Ramón Barreiro, gracias al apoyo mayoritario de los miembros del plenario.

La candidatura de Méndez Ferrín (Ourense, 1938), la única presentada y que contaba con los avales del propio Barreiro, del archivero de la Academia, Xosé Luís Axeitos, y del catedrático de Filología Ramón Lorenzo, recibió 20 votos a favor, 3 abstenciones y ningún voto en contra.

En el acto de esta mañana, celebrado en la sede de la Academia en A Coruña, también se renovaron los cargos de la directiva, de tal manera que Xosé Luís Axeitos será el nuevo secretario; Manuel González, hasta ahora secretario y presidente en funciones, ocupará la tesorería; Euloxio Rodríguez Ruibal será el archivero y bibliotecario, y Francisco Fernández Rei se hará cargo de la vicesecretaría.

En rueda de prensa posterior a su elección, el ya nuevo presidente de la RAG anunció que el estilo y modelo de trabajo seguirá una línea continuista y abogará por hacer más efectivos los trabajos internos.

Asimismo, avanzó que centrarán su esfuerzo en la mejora de los trabajos, sobre todo los léxico-gramaticales, y en actualización del diccionario, además de apartar a la institución de debates como el de las bases para el decreto del plurilingüismo en la enseñanza no universitaria de Galicia, ya que, apuntó, la Academia "cuanto menos mediática, mejor".

En su intervención, también lamentó que a nadie se le ocurriera la posibilidad de que la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela pudiese albergar una delegación de la RAG, aunque señaló que la Academia está "muy bien" en A Coruña y que "si fuésemos ricos" tendrían una delegación en Vigo.

Justamente el del presupuesto fue uno de los temas que se trató en la rueda de prensa y sobre el que opinó el secretario, Xosé Luís Axeitos, quien reclamó un presupuesto "estable" para la institución, ya que el actual sistema de ayudas "atenta contra la propia independencia de la Academia".

Por ello, entre los desafíos inmediatos de la institución, fijó el de trabajar por alcanzar una subvención fija "digna" para mantener el compromiso de la RAG con la lengua y la cultura gallegas, y que cifró en 1.200.000 euros.

También aclaró que ningún académico cobra por serlo y que la Academia "le cuesta dinero a todos", aunque dijo que esto también forma parte de la esencia de su independencia.

El académico y antecesor en el cargo de Méndez Ferrín, Xosé Ramón Barreiro, también se refirió a esta cuestión, sobre la que opinó que el Gobierno bipartito de la Xunta estuvo a punto de incluir una partida para la Real Academia Galega en los presupuestos, pero dijo que finalmente, y por decisión del entonces conselleiro de Economía no se llegó a materializar.

No obstante, su sucesor en el cargo restó trascendencia a este asunto y alegó que la "indigencia económica es una constante en la historia de la Academia".

Méndez Ferrín se convierte así en el undécimo presidente de la centenaria institución en sustitución de Xosé Ramón Barreiro, que ocupó el cargo desde 2001 y que, tras dos legislaturas, lo tuvo que abandonar en cumplimiento de los estatutos.