La escritora asturiana Ángeles Caso se convertirá esta medianoche en la emperatriz del Planeta. La LVIII edición del premio literario mejor remunerado del mundo (601.000 euros para la obra ganadora y 150.250 para la finalista) tendrá sello asturiano por segunda vez en su historia: Marta Portal lo ganó en 1966 por "A tientas y a ciegas". Caso había sido finalista en 1994 con "El peso de las sombras", siendo el vencedor en aquella ocasión el Nobel Camilo José Cela. Vencedor en el palmarés que no en ventas, pues el caso de Ángeles se convirtió en símbolo dentro del mercado editorial de cómo una finalista vende muchos más libros que el ganador. Angeles Caso se presentó con el seudónimo de Virginia Evora (homenaje a la cantante Cesaria Evora), y fue ella misma quien dio –involuntariamente, claro– una pista el mes pasado cuando habló en una entrevista del argumento de su próxima novela, un libro que recogería la historia de una inmigrante basada en un hecho real y en las peripecias que pasó una amiga suya en Cabo Verde.

Dicho argumento coincide con el de uno de los diez títulos finalistas que la editorial Planeta facilitó ayer en su dossier de prensa, en concreto "El viaje": "Una joven de Cabo Verde, después de muchos infortunios, emigra a Europa, donde primero en Portugal y luego en España la vida no deja de maltratarla"

Esta medianoche, pues, Ángeles Caso será la gran triunfadora en el Palau de Congresos de Cataluña, en el transcurso de una cena literaria que reunirá a autoridades locales y nacionales, intelectuales y periodistas. Está previsto que acudan al acto los ministros de Cultura y Educación, Angeles González-Sinde y Angel Gabilondo, respectivamente, los presidentes del Congreso y del Senado, José Bono y Javier Rojo, el presidente de la Generalitat, José Montilla, el conseller de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.

El nombre de Angeles Caso, ganadora del premio Fernando Lara de novela con "Un largo silencio", no aparecía ayer en los círculos de la rumorología que rodean al galardón en sus horas más calientes. Se hablaba de Elvira Lindo, de Javier Sierra (autores de la casa, y con buenos niveles de ventas) e incluso se apuntaba el nombre (entre risas y veras) de Risto Mejido, el popular y cejijunto provocador de las gafas oscuras que se hizo famosillo poniendo verdes a los "triunfitos" y que ahora presenta un programa donde despelleja la actualidad. La casilla de finalista, en cualquier caso, sí está vacía de momento aunque, si se mantiene la costumbre del premio de dar a la luz la parejita literaria, podría tratarse de un escritor. Mediático o de prestigio.

El jurado, compuesto por Alberto Blecua, Juan Eslava Galán (incorporación de este año en sustitución de Alfredo Bryce Echenique, que pidió ser relevado), Pere Gimferrer, Alvaro Pombo, Carmen Posadas, Rosa Regás y Carlos Pujol, tuvo en esta ocasión escaso protagonismo.

Quien se explayó más de lo habitual en él fue José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta. El futuro del negocio editorial se puso sobre el tapete: la sombra del libro electrónico, o e-book, es alargada. ¿El mundo editorial estará pronto en un cementerio? Lara se mostró "ocupado que no preocupado". "Hay que buscar un equilibrio entre canal y producto. Un ser cojo no anda bien. El boom electrónico primó el canal, la red, sobre el producto. Todo es gratis. Y ese gratis total nos cuesta mucho".