El escritor uruguayo Mario Benedetti, fallecido el domingo a los 88 años, fue recordado ayer no sólo por sus virtudes literarias, sino sobre todo por las humanas, como el hombre bueno, sencillo, consecuente y alegre que fue. El Gobierno de Uruguay decretó duelo nacional por la muerte del escritor y su velatorio se celebró en el Salón de los Pasos Perdidos de la Asamblea Nacional del país.
El poeta, uno de los últimos representantes de la generación de 1945, falleció a causa de una enfermedad intestinal crónica que padecía desde hace tiempo, aunque, hace poco, había recibido el alta en el hospital en el que fue tratado en el mes de abril por una mejoría en su salud. La muerte de la esposa del poeta, Luz, en 2006, con la que estuvo casado 60 años, marcó el inicio del deterioro en su salud.
"Como diría Machado, un hombre en el mejor sentido de la palabra, un hombre bueno", dijo el cantautor español Joan Manuel Serrat, quien se declara "amigo" de Mario Benedetti. Serrat, que puso música a poemas de Benedetti en el disco "El sur también existe" (1985), destacó desde España el inmenso legado que ha dejado el escritor de Paso de los Toros a toda América Latina: "Ideales de libertad, justicia y solidaridad".
El escritor chileno Luis Sepúlveda manifestó también su pena y anunció que se tomará un whisky a la manera en que le gustaba tomarlo al "queridísimo" autor de "La tregua" como homenaje. "Me levanté de mala gana. Sólo me apetece emborracharme, pedir un whisky y decirle al camarero que me ponga el más humilde que tenga con una rodaja de limón", indicó.
El escritor fue conocido principalmente como poeta. Aun así, su novela "La tregua" fue traducida a 19 idiomas y llevada al cine y al teatro.
De Benedetti también habló ayer el poeta español y premio Cervantes Antonio Gamoneda, quien dijo sentirse "muy entristecido" por su muerte y lo definió como un hombre "humanamente muy necesario en el terreno del pensamiento social y en el de la honradez".
De los primeros en reaccionar a la muerte de Benedetti fueron el escritor y poeta colombiano radicado en México Alvaro Mutis, y el escritor portugués José Saramago, premio Nobel de 1998.
"Latinoamérica pierde a un escritor continental, un escritor cuya obra refleja el sentir de todos los países de la región", dijo Mutis poco después de conocerse la triste noticia.
"Era un carácter humano extraordinario", enfatizó Saramago, quien destacó que "Benedetti no guardaba rencor a nadie" y siempre vivió "en positivo".
El escritor cubano Miguel Barnet se manifestó "muy dolido" por la muerte de Benedetti, de quien dijo que alcanzó lo que más anhela un escritor, "ser popular", con sus poemas "para enamorar".