Trabajar en Galicia es como estar en casa”. Ian Berry, uno de los fotógrafos con mayor proyección de la mítica agencia Magnum, se confesaba ayer “encantado con la amistosidad de los gallegos”. Pasó un día entero en un barco del cerco y visitó por primera vez una planta acuícola.

Sorprende que estas dos experiencias seduzcan tanto a un profesional que ha viajado por medio mundo retratando desde las atrocidades del Apartheid a la hambruna en Etiopía, por poner dos ejemplos de su vasto currículo. Berry y su colega de Magnum, Richard Kalvar, participan con los gallegos Delmi Álvarez y Xulio Villarino en un proyecto sobre la pesca apoyado por la consellería de Carmen Gallego. “Se trata de dar puntos de vista diferentes sobre la actividad laboral en el mar.

Con este material, se editará en septiembre un libro institucional”, explica Álvarez. Este fotógrafo vigués afincado en Lituania y Ian Berry han estado en A Coruña y Vigo pescando imágenes, mientras que Xulio Villariño rastrea la Mariña Lucense y Richard Kalvar está a punto de embarcar rumbo a la Costera del Bonito. Sus jornadas son maratonianas.

Ayer, Álvarez y Berry comenzaron a las cuatro de la mañana en la lonja de O Berbés y bien entrada la tarde se mezclaban, cámara en mano, con las mariscadoras de Carril. Y de la costa gallega al Congo. El veterano Berry lleva cinco años inmerso en un proyecto sobre el agua.

Con su desgastada Leica captó el deshielo en Groenlandia, la construcción de la gigantesca presa de las Tres Gargantas de Yangtsé (China), y en pocos días navegará por uno de los mayores ríos del país africano para localizar infectados por un gusano que causa ceguera crónica.

Los cuatro fotógrafos disponen de poco tiempo para completar su trabajo y la climatología no les acompaña. A Berry le maravilla la lluvia torrencial —“nunca he visto caer tanta en mi vida”. Pero lo que nunca olividará es la temática de este último trabajo: “Sobre la pesca, qué gracia, porque no puedo comer pescado: me sienta fatal”.