Estos investigadores adaptaron por primera vez en España, y en gallego, las escalas MacArthur-Bates empleadas para evaluar las habilidades comunicativas y lingüísticas de los más pequeños. Este trabajo consistió en aplicar esta instrumento a unos 1.100 niños gallegohablantes de entre 8 y 30 meses de edad para conocer su grado de desarrollo de las capacidades comunicativas e identificar posibles trastornos tempranos.

En general, el estudio también indica que las diferencias individuales entre niños "son extremadamente altas", que apenas existen distinciones según el sexo del individuo y que el orden de nacimiento parece ser una variable que afecta al desarrollo lingüístico durante el periodo comprendido entre los 16 y 30 meses.

Así, el estudio señala que los nacidos en primer lugar producen un vocabulario más extenso, usan frases más largas y complejas y emplean el lenguaje de manera despegada de su contexto más inmediato.

La incidencia del nivel de estudios y profesión de los padres, en contra de lo esperado por los investigadores, "sólo" afecta a aspectos más sensibles como la comprensión y uso del lenguaje para referirse a lugares, tiempos, acciones, cosas y personas que no están presentes. También incide en la complejidad de las frases que elaboran esos niños.

Según informó el equipo de investigación, hasta hace poco tiempo el desarrollo comunicativo y lingüístico inicial entre los niños era difícil de conocer y evaluar, de ahí la importancia de esta herramienta -las escalas MacArthur-Bates- que aporta, "de manera eficaz y con un coste reducido", datos "muy fiables y representativos" de un amplio número de niños.